viernes, 31 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 23.- Día 31 y punto.

 


    Termina el mes de Marzo y el homenaje es hoy para las mujeres migrantes, que tienen que tomar la decisión de salir de su país, dejando atrás sus vínculos y, con el corazón en un puño, emprenden un camino en busca de mejores condiciones de existencia, aunque no siempre lo logren.


    En este viaje lleno de desafíos, ponen a prueba su resistencia y su entereza, porque no todas logran superarlos.  

     En el recorrido migratorio son las mujeres las que sufren la mayor vulneración de sus derechos de múltiples formas. 

    Sin embargo, y contra viento y marea, siguen adelante, amando, soñando y luchando por un mundo mejor.  

    Son las mujeres que, con edades y trayectorias diversas, orígenes diferentes, distintos saberes, piden ser más que un término o una etiqueta, que reclaman un cambio en los discursos. 

Y aquí, un poema mío:
       
     
 ¿A dónde irás, mujer, 
dónde estará tu lugar-refugio? 
Dejaste tu casa 
y has añorado tu ciudad 
al tiempo que reniegas 
de su indiferencia... 
Has trepado muros de invisibilidad, 
has curtido tu piel y tus entrañas.
Has mezclado tus lágrimas con polvo de caminos de sangre,
que te han vestido con la armadura
que te hará más fuerte, 
más valiente, 
más capaz de sobrevivir.
Perdiste tus zapatos, 
tu anillo, tu reposo. 
Y sigues caminando, 
caminando fronteras,
en tierra, en el río, en el mar.
Y llamas a las puertas 
de una Europa cerrada,
que no abrirá, 
no ofrece
gran hospitalidad.
Mirará con sospecha
todo lo diferente.
Perdió ya la alegría de vivir
desde nuestra humanidad,
desde lo común,
desde la fraternidad.
Mujer, entra, descansa,
come y bebe, vístete de color. 
Sé bienvenida, 
hablemos, riamos y bailemos...
Descansa y duerme los desvelos,
anida esta primavera.  
Descansa,
amiga, hermana,
bienvenida a este hogar.


   (Mariam.  31 de marzo de 2021).



jueves, 30 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 23.- Día 30

 



UN DÍA CUALQUIERA

El oficial de seguridad
se levantó temprano,
se puso su camisa blanca,
tomó una tostada de miel con nueces,
besó a sus tres hijos,
abrazó apasionadamente a su esposa
y se marchó al trabajo

En su escritorio
había diez expedientes de fusilamiento
de diez hombres.
Los firmó
mientras bebía té a la menta.

A las diez en punto
ordenó la ejecución.
Se enfadó por un tirador que erró el blanco.
Sacó su pistola
y disparó al blanco errado diez veces.

Antes de finalizar su turno
visitó a las madres de los diez hombres fusilados,
ordenó a cada una de ellas pagar 100 dinares
por el precio de las balas que habían matado a sus hijos

Por la tarde,
celebró el cumpleaños de su hermano.

Por la noche,
sobre la superficie de un espejo,
vio una gota de sangre cayendo hacia sus pies.
Intentó lavarla,
el fluido se levantó hacia su pecho.
¿Dónde radica la diferencia entre el asesino y la víctima?


(Nazand Begikhani- Kurdistán)


Fue seleccionado por Forward Book de Poetry Prize
como uno de los mejores poemas del año.

    Nazand Begikhani también es una defensora activa de los derechos humanos y es miembro fundador de la campaña de la red, Acción de Mujeres Kurdas contra el Asesinato por Honor (KWAHK), más tarde cambió a la Observación de los Derechos de las Mujeres Kurdas (KWRW).  
Ha brindado asesoramiento experto sobre violencia basada en el honor (VHB) a varios organismos gubernamentales, incluidos Suecia, el Reino Unido y el Kurdistán.  
     Entre 2007 y 2009, formó parte de la junta del Alto Comisionado para supervisar la violencia contra las mujeres en la región del Kurdistán y participó, como testigo experto y observador independiente, en sus reuniones de temporada.  
En 2010, estableció el Centro de Estudios de Género y Violencia pionero en la Universidad de Sulaimaniya, un proyecto de dos años financiado por el British Council.  
Actualmente está asesorando al primer ministro del Kurdistán para abordar la educación superior y el género en la región del Kurdistán.


miércoles, 29 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 23.- Día 29


Si, soy mujer

y, como tal, he sido amada, 

he sido mimada,

y al ser mujer he descubierto,  asombrada,

un extraño derecho a ser

violada,

ultrajada,

humillada, 

golpeada,

silenciada,

sin derecho a decir nada.

Pero sí, soy mujer 

y por eso, hoy, mi voz

se levanta para cantar,

para ya no callar,

para que ninguna mujer, al oírla,

se vuelva a quedar rezagada,

muda, maniatada, paralizada,

desconfiada, humillada,

en fin, sin derecho a nada. 


(Ouka Leele)

'La llave de la jaula' 

(Huerga&Fierro, 2013)



martes, 28 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 23.- Día 28

 "Escribo la miseria y la vida infausta de los habitantes de las favelas. Yo era rebelde,  no creía en nadie. Odiaba a los políticos y a los patrones, porque mi sueño era escribir y el pobre no puede tener un ideal noble. Yo sabía que iba a aglutinar a los enemigos, porque nadie está acostumbrado a ese tipo de literatura. Que sea lo que Dios quiera.

    Yo escribí la realidad".

    Carolina María de Jesús vivió en la favela de Canindé, en la zona norte de Sao Paulo. 
    Iba escribiendo la cotidianidad de su comunidad en cuadernos y hojas de revistas que encontraba en la basura. Está considerada como una de las primeras y más importantes escritoras negras de Brasil.
    En su diario, un 16 de junio, relataba:
      “... Hoy no tenemos nada para comer. Quería invitar a los hijos para suicidarnos. Desistí. Miré a mis hijos y quedé con dolor. Ellos están llenos de vida. Quien vive, necesita comer. Quedé nerviosa, pensando: ¿Será que Dios me olvidó? ¿Será que él quedó enojado conmigo?"
     "1 de enero de 1960: Espero que 1960 sea mejor que 1959. Sufrimos tanto en 1959 que uno tiene ganas de decir: vaya, vaya, no más... No lo quiero a usted más. Este 1 de enero me levanté a las 7 y fui a buscar agua".
     En el mes de agosto de 1960 se produjo en São Paulo (Brasil) uno de los fenómenos editoriales más espectaculares que se recuerde en la historia de aquel país y probablemente de los pocos ocurridos en el mundo entero.

    En tan sólo tres días se agotaron 10.000 ejemplares de “Quarto de Despejo”,  de Carolina María de Jesús, que pasó a ocupar el primer lugar en la lista de los libros más vendidos, ubicación que mantuvo durante seis meses consecutivos:
      ¡El libro de una mujer negra que recogía papeles y comida de los basurales para poder alimentar a sus tres hijos sin padre!
     El enorme, el gigantesco personaje de este libro es el HAMBRE. De la primera a la última página aparece con una constancia monótona, casi exasperante. Los demás personajes van surgiendo como consecuencias de la miseria: prostitución, violencia, alcoholismo, robos.
     Redactado en forma de diario, día por día las sucias hojas de papel que Carolina había conseguido obtener por las calles fueron recibiendo sus relatos y sus narraciones. El intenso dramatismo de su contenido ya comenzaba a ser dramático a partir de su mismo continente. Los seres humanos que desfilan por sus páginas son todos reales, y aparecen mencionados con sus propios nombres.
     Carolina va describiendo su hambre y el hambre de sus vecinos con una escritura vigorosa y, paradójicamente pulcra en su revelación trágica de una realidad que representa una tremenda acusación a toda la sociedad. Alcanzó una síntesis perfecta al señalar aspectos que son comunes a todos los seres humanos. Por ello su libro es universal, a pesar de particularizar la tragedia de una colectividad marginal brasileña.
     Es un verdadero documento que retrata en forma directa, cruda, sin artificios ni eufemismos, la esencia misma de la miseria más degradante. Pero es también un mensaje de esperanza, ya que al mismo tiempo que va narrando los dramas cotidianos de su entorno no se cansa de anhelar un mundo mejor.
     Este libro habla a todas las personas del planeta. Es angustia, es dolor, pero asimismo es un penetrante deseo de cambio. Por eso, ha podido ser profundamente comprendido. Carolina es una verdadera generadora de emociones: la sinceridad de sus sentimientos se muestra conmovedora en su misma espontaneidad.
     Carolina María de Jesus nació en 1915 en Sacramento, Estado de Minas Gerais (Brasil), donde vivió durante su infancia y su adolescencia.
     Descendiente de esclavos, era hija de negros que probablemente migraron de Desemboque a Sacramento, cuando se produjo el cambio en la economía de la extracción del oro hacia actividades agropecuarias.

     El padre era un bohemio que tocaba el violín y aparentemente nada laborioso. Por eso, la madre tuvo que ser el sustento de la familia. En cuanto a su corta escolaridad en Sacramento, la realizó en el Colegio Allan Kardec, primer Colegio Espiritista de Brasil. Pero toda su educación formal duró tan sólo dos años, dado que tuvo que comenzar a trabajar muy precozmente.
    Era alta e imponente, y hasta hubo quien dijo que hablaba con la autoridad de una princesa africana. Podría haber sido un número más en las estadísticas de desocupación, miseria y hambre del Brasil. Fue, sin embargo, uno de los mayores fenómenos literarios de su tiempo. Llegó a ser mundialmente conocida con la publicación de su primer libro, "Quarto de Despejo", pero el fracaso de sus obras posteriores y otros factores colaterales la llevaron a vivir nuevamente en la pobreza.
               Falleció en febrero de 1977, olvidada e ignorada.

    "Quarto de Despejo" es un relato de hechos verídicos vividos o presenciados por la autora. Registrados bajo la forma de diario, constituyen una secuencia ubicada en el tiempo por medio de fechas. Algunos acontecimientos están contados más de una vez, quizás por una necesidad de darle más intensidad al relato. Su narración es lineal y su discurso es directo, entremezclándose con reflexiones que demuestran una profunda sensibilidad y un agudo sentido crítico. No es una autobiografía de tipo confidencial: es el fortísimo relato de una mujer con sus angustias, sus anhelos, sus dudas, sus interrogantes…
      El título se refiere a la sensación que la autora tenía de vivir en ese "quarto de despejo", es decir, la habitación destinada al desperdicio.
      Además a la denuncia de las condiciones de vida de una comunidad marginal hecha por alguien que disponía de un arma poderosa y sabía cómo utilizarla: la PALABRA. Carolina expresó , describió, mostró el sufrimiento y las amarguras del HAMBRE y la MISERIA.
 

lunes, 27 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 22.- DÍa 27





"Somos mujeres. 
           Miradnos.

Somos la luz de nuestra propia sombra,
el reflejo de la carne 
que nos ha acompañado,
la fuerza que impulsa a las olas más minúsculas.

Somos el azar de lo oportuno,
la paz que termina 
con las guerras ajenas,
dos rodillas arañadas que resisten con valentía.

Miradnos.

Decidimos cambiar la dirección del puño
porque nosotras no nos defendemos:
nosotras luchamos.

Miradnos.

Somos, también, dolor,
somos miedo,
somos un tropiezo fruto 
de la zancadilla de otro
que pretende marcar un camino que no existe.

Somos, también, una espalda torcida,
una mirada maltratada, 
una piel obligada,
pero la misma mano que alzamos
abre todas las puertas,
la misma boca con la que negamos
hace que el mundo avance,
y somos las únicas capaces 
de enseñar a un pájaro a volar.

Miradnos.

Somos música,
inabarcables, invencibles, incontenibles, inhabitables,
luz en un lugar que aún no es capaz de abarcarnos, vencernos, contenernos, habitarnos,
porque la belleza siempre cegó
los ojos 
de aquel que no sabía mirar.

Nuestro animal es una bestia indomableque dormía tranquila hasta que decidisteis 
abrirle los ojos con vuestros palos,
con vuestros insultos, 
con este desprecio que, oídnos:
no aceptamos.

Miradnos.

Porque yo lo he visto en nuestros ojos,
lo he visto cuando nos reconocemos humanas
en esta selva que no siempre
nos comprende
pero que hemos conquistado.

He visto en nosotras
la armonía de la vida 
y de la muerte,
la quietud del cielo y del suelo,
la unión del comienzo y del fin,
el fuego de la nieve y la madera,
la libertad del sí y el no,
el valor de quien llega 
y quien se va,
el don de quien puede 
y lo consigue.

Miradnos,
y nunca olvidéis que el universo 
y la luz
salen de nuestras piernas.

Porque un mundo sin mujeres
no es más que un mundo vacío 
y a oscuras.

Y nosotras
estamos aquí
para despertaros
y encender la mecha.

                (Elvira Sastre)

domingo, 26 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 23.- Día 26


Nadie deja su casa  a menos

que la casa sea la boca de un tiburón.

Solo corres hacia la frontera

cuando ves a toda la ciudad haciéndolo también.

A tus vecinos corriendo más rápido que tú

con aliento sangrante en sus gargantas.

El niño con el que fuiste a la escuela

que te besó hasta marear, detrás de la fábrica de latas,

está sosteniendo una arma más grande que su cuerpo.

Solo dejas tu casa,

cuando tu casa no dejará quedarte.

Nadie deja su casa a menos que la casa te persiga

con fuego bajo los pies,

sangre hirviendo en el vientre,

no es algo que jamás hayas pensado hacer

hasta que la navaja quema amenazas

en tu cuello

e incluso entonces cargaste con el himno

bajo tu aliento

destrozando tu pasaporte en el aeropuerto

en excusados,

sollozando mientras cada manojo de papel

hacía más claro que jamás te encontrarás regresando.

Tienes que entender

que nadie pone a sus hijos en un bote

a menos que el agua sea más segura que la tierra.

Nadie quema las palmas de sus manos

bajo trenes,

entre vagones,

nadie pasa días y noches enteras en el estómago de un camión

alimentándose de hojas de periódico,

a menos que los kilómetros viajados

signifiquen algo más que una travesía.

Nadie quiere ser objeto de golpes de lástima.

Nadie escoge campos de refugiados

o revisiones de cavidades donde tu cuerpo es dejado doliente

o la prisión

porque la prisión es más segura que una ciudad en llamas

y un guardia de prisión en la noche

es mejor que ser la carga de un camión

lleno de hombres parecidos a tu padre.


Nadie podría soportarlo,

nadie tendría las agallas,

nadie tendría la piel suficientemente dura.

Los

“váyanse a casa, negros”

“refugiados”

“sucios inmigrantes”

“busca-asilos”

“quieren secar las riquezas de nuestro país”

“negros con las manos arriba, huelen extraño”

“salvajes”

“jodieron su país y ahora quieren joder el nuestro”

“¿Cómo es que las palabras, la apariencia sucia, rueda por sus espaldas?”

Quizás sea porque estos golpes son más suaves que perder un miembro.

O que las palabras son más tiernas  que catorce hombres entre tus piernas

O que los insultos son más fáciles de tragar

que el escombro,

que los huesos,

que el cuerpo de tu niñez en pedazos.


Quiero irme a casa,

pero casa es la boca de un tiburón.

Casa es el barril de un arma,

y nadie dejaría su casa

a menos que casa te persiguiera a la costa,

a menos que casa te dijera:

que apretaras el paso

dejando tus ropas atrás,

que te arrastraras por el desierto,

que naufragaras por los océanos,

“ahógate

pero sálvate.

Sé el hambre,

implora,

olvida el orgullo,

tu supervivencia es más importante”.

Nadie deja casa a menos que casa sea una voz sudorosa en tu oído

diciendo:

“Vete,

corre lejos de mí ahora.

No sé en qué me he convertido

pero sé que cualquier lugar es más seguro que éste”.

(Hogar, de Warsan Shire  -Somalia.)

La obra de Warsan explora el mundo de las mujeres negras e inmigrantes. 

En 2009, visitó la embajada de Somalia abandonada en Roma y ocupada por un grupo de jóvenes refugiados. 

Escribió el poema “Hogar” para los refugiados que conoció allí, para su familia y para todo aquel que haya sufrido la pérdida de sus derechos en busca de ellos. 

Este es un extracto de este poema publicado en 2015.



Foto: EFE.

sábado, 25 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 23.- Día 25

 



Canta Mariam, canta

que tengo el corazón ausente
y la voz quebrada.
Canta, Mariam,
canta.
Que Sreiser Dahbu ha vuelto
y los caballos dejaron de llorar su ausencia.

Canta, Mariam, canta,
que las olas vuelven
a besar tu risa
y un niño, por las calles del Aaiun,
te llama hermana.

Canta, Mariam, canta,
que mi amor espera en la tierra sin sombra,
en la tristeza de mis versos,
mientras cantas las nanas
que engendró tu voz
de flauta pastora.

Canta, Mariam, canta.

(Mohammed Salem, Ebnu, desde Sáhara)

viernes, 24 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 23.- Ďia 24



                                           

MUJER RIO

         (Patricia Karina Vergara Sánchez) 


Ella era

mujer tierra,

mujer torrente de agua limpia,

mujer palabra lenca,

mujer resistencia.


Hace un año, ya, que la asesinaron.

Las balas son mensajes hechos plomo

de la maldad de los dueños

de las hidroeléctricas,

de las mineras,

de los madereros,

de los gobiernos;

de todos los que venden

éste, nuestro mundo,

como si fuera suyo.


Sin embargo,

la tierra regada de injusticia,

florece rebeldía

Aquellas palabras que intentaron silenciar,

resuenan en ecos poderosos e inasibles.

El temblor del miedo primero,

se convierte en cientos de rabias organizadas.

Berta vive.

Berta renace en dignidad colectiva.

Berta tornó

en caudaloso río, imparable,

de agua insurrecta.

jueves, 23 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 23.- Día 23


"Las mujeres que dan el salto hacia la libertad se encuentran, inesperadamente, con un gran sobrante de energía para emplear. Se agarran tenazmente a la vida, libres, sin embargo, de subir y bajar a un nuevo ritmo. 

Hay una nueva experiencia de jovialidad, quizás de jugueteo, de sentirse completamente viva, sentir que una es más libre que nunca de elegir, aceptar o rechazar según los deseos más profundos y verdaderos".


(Colette Dowling.- “El complejo de Cenicienta”).



miércoles, 22 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 23.- Día 22


          Yo acuso al presidente y a sus ministros de masturbar los intereses financieros de los amos. 

       Yo acuso a los sindicatos de ser perros falderos, les acuso de dilatar las protestas en el tiempo, les acuso de querer convertir los gritos en susurros, la pobreza en una cifra, la protesta en un desfile de becerros.

Yo acuso a los periodistas de limpiar con sus lenguas bífidas la ponzoña de su desvergüenza.

Yo acuso a los intelectuales, artistas, escritores, de mirar para otro lado mientras besan las manos flojas de los tiranos.

Yo acuso a los empresarios, mafiosos y codiciosos, que compran carne humana y la destrozan en las fábricas, en los andamios, en el paro.

Yo acuso a los banqueros de ladrones, traficantes, blanqueadores de sangre.

Yo acuso a los ejércitos, sicarios con nómina de una sola bandera, de esparcir masacres por unas monedas.

Yo acuso a las multinacionales del dolor de convertir la salud en mercadería y a los enfermos en adictos a sus píldoras y a los empobrecidos en gentes sin cura posible.

Yo acuso a los curas y monaguillos de perpetuar la gran farsa, de instigar a la resignación para sentarse mientras tanto 
a la derecha del terror.

Yo acuso a los jueces, a los fiscales, a los tribunales, que torturan la justicia hasta dejarla moribunda.

Yo acuso a todos, les acuso con estas manos pequeñas, les señalo con estos dedos de poeta, en estos versos atrapados por la rabia.

Les acuso de tantas cosas que no me alcanzan las palabras, les acuso de cada uno de los desahucios, de cada uno de los saqueos.

Les acuso de la miseria, de las pestes, de las corrupciones, de los terrorismos oficiales, de las demencias, de las picanas, les acuso de repartir miedo e indiferencia, les acuso de la mano dura, de la complicidad de sus silencios, de la manipulación, de la represión, de vender realidades ficticias, de crear la industria de la violencia, les acuso de esterilizar las utopías, de inventar coartadas, les acuso de intentar barrer las calles de alegría, de intentar violar todos los sueños, de vivir por y para el crimen.

Les acuso sí, les acuso con mis versos, les digo a todos los bandidos que aquí estamos, con el pecho al descubierto, aquí estamos, clavados en la tierra,

Aquí estamos, apresurando el paso,

camino de un mañana sin tinieblas.

Aquí estamos, sin callarnos,

con nuestras vísceras ardientes,

con nuestros temblores controlados,

con nuestros pulso desordenado.

Aquí estamos

con el corazón atento,

aguardando el momento.

Aquí estamos.

(SILVIA DELGADO).




martes, 21 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 23.- Día 21


 

En el homenaje a las grandes mujeres que me inspiran y que estoy realizando este mes, no podía faltar la referencia a Patricia Fernández Vicens, nuestra querida y admirada Patuca.

En 2022 se le ha concedido el premio de la Asociación Pro Derechos Humanos España (APDHE), que supone un reconocimiento por su labor.

   Sabéis quién es y lo que hace, pero dejo aquí sus propias palabras para quien no conozca su labor y su empeño en construir un mundo mejor.

De Patuca:

"Definirse nunca es fácil. En general, diría que soy una ciudadana; una ciudadana preocupada pero también muy esperanzada. Preocupada por las dificultades y dolores en que vive gran parte de las personas que habitan mi cotidianidad, pero también esperanzada. Esperanzada por la increíble capacidad de las personas para sobrevivir, para crear fraternidad, para reinventarse y para construir alternativas tanto para ellos mismos como para otros.

Además trabajo como abogada. Soy de las que cree que los derechos, aunque estén formalmente reconocidos, hay que ejercerlos. Los profesionales del derecho tenemos la obligación de estirar la ley al máximo para acercarla a la justicia (ya que lamentablemente no siempre van de la mano). Asimismo, tenemos que asegurarnos de que la ley ampare a la totalidad de las personas sin importar raza, condición, origen, etc. Experimentamos en el día a día como el derecho, muchas veces, en vez de convertirse en un medio para la justicia, para dar a cada uno lo que le corresponde, se convierte en un agente de marginación. Y entonces, las víctimas en vez de verse resarcidas, se perpetúan en su condición de víctimas.

Por resumirlo de alguna forma, supongo que soy una abogada de trinchera, que cree en lo colectivo".


Discurso de Patricia Fernández Vicens ‘Patuca’ al recoger el premio Alandar 2018

"Muchas gracias a todas. Gracias a la Revista Alandar por el inmerecido premio. No recuerdo ni una sola tarea que haya realizado en estos años de militancia personal o de trabajo profesional que no haya hecho entre muchos, entre muchas, en comunidad, siempre en colectivo. Con el empuje y la legitimidad que supone ser minoría. Por lo tanto, es de justicia que este reconocimiento y gratitud sea en realidad para todas las personas que me acompañaron, me enseñaron y guiaron en este camino.

Este premio es para los niños y niñas que habitan los centros de menores. Me ayudaron a desentrañar el concepto de injusticia. Escribe Charles Dickens que en el pequeño mundo donde los niños habitan su existencia no hay nada que perciban con más delicadeza que la injusticia. Esta no es una cuestión baladí. En este momento, más que nunca, percibir la injusticia resulta crucial para saber el lugar donde nos tenemos que situar. Siempre frente a ella. Gracias a Iván, a Espe, a Carlos, Manu e Isma por enseñarme todo esto.

Este premio es también para los jóvenes migrantes, para la niñez en movimiento. Gracias a Nur y a Gualiz, a Mohamed, Abubakar, Yoro, Isma, Ordelate, Hamsa, Barry, Sarata y Ali. Ellos nos enseñan, cada día, a vivir en éxodo. Que no es solo transitar caminos, sino experimentar la libertad que no es atarse sino a un futuro, y a un futuro compartido. Este premio es para todos los chicos y chicas que han caído víctimas de la droga, la cárcel o la enfermedad. Sus vidas forman parte de nuestra vida, de nuestra memoria colectiva. Nos han enseñado a cuidar, nos han enseñado que la rudeza puede ser una forma de ternura y el valor del abrazo.

Este premio es para todos los niños y niñas de El Gallinero. Son pequeños héroes y heroínas de lo cotidiano. Ellos nos han enseñado a no desfallecer, a perder el miedo y a celebrar la fiesta.

Y este premio ha de ser también para todas las víctimas de las fronteras. En un mundo injusto, la desobediencia es un imperativo ético. Como lo fue para Rosa Parks sentarse al otro lado del autobús, hoy saltar la valla o cruzar el mar no es sino un acto de justicia. 

Desobediencia, pero justa, en lo que muchos se dejan la vida. Sus vidas nos interpelan. Gracias a ellos, porque son sacramento de justicia. Y ha de ser también este premio para sus familias. Gracias a Merenterés, a Dama, Luc, cuyos hijos cayeron en la playa de El Tarajal. Nos dieron lo mejor que tenían: a sus hijos. Nos han encomendado lo único que les queda: su memoria. Y, sobre todo, nos recuerdan el camino a seguir: transformar el dolor en justicia".



lunes, 20 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 23.- Día 20



 "Tamara Arce desapareció al año y medio de edad.   

Fué encontrada por las Abuelas de Plaza de Mayo. 

Rosa, la madre de Tamara había sido presa, torturada y violada y fusilada con balas de fogueo... 

Y había estado ocho años sin saber nada de su hija. 

Cuando Las Abuelas la encontraron,  la madre y la hija se miraron al espejo juntas y se rieron y no podían parar de reirse porque eran iguales; y tenían los mismos lunares en los mismos lugares; y entonces cuando llegó la noche, esa primera noche del reencuentro, Rosa, la madre, bañó a Tamara, la hija; y la enjuagó, y la jabonó y enjuagó y una vez y otra...la bañó una vez y otra y otra... no podía sacarle el olor, un olor espeso, como dulzón y Rosa sabía que conocía ese olor y no podía ubicarlo... no sabía por qué, no había manera, no había jabón que lo quitara; y entonces, de pronto Rosa recordó que ese era el olor de los bebés cuando acaban de mamar. Rosa no podía explicárselo, pero Tamara la hija tenía nueve años y olía a recién nacida". 

(Galeano)

domingo, 19 de marzo de 2023

MARZO-MUJER 23.- Día 19

 8 de Marzo...

Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres,

¡ poco es un solo día, hermanas,

qué poco, para que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!

De la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos

– toda la atropellada ruta de nuestras vidas –

deberían pavimentar de flores para celebrarnos...

(que no nos hagan como a la Princesa Diana que no vio, ni oyó

las floridas avenidas postradas de pena de Londres).


Nosotras queremos ver y oler las flores.

Queremos flores de los que no se alegraron cuando nacimos hembras

en vez de machos.


Queremos flores de los que nos cortaron el clítoris

Y de los que nos vendaron los pies.

Queremos flores de quienes no nos mandaron al colegio para que cuidáramos a los hermanos y ayudáramos en la cocina.


Flores del que se metió en la cama de noche y nos tapó la boca para violarnos mientras nuestra madre dormía.


Queremos flores del que nos pagó menos por el trabajo más pesado

Y del que nos corrió cuando se dio cuenta que estábamos embarazadas.

Queremos flores del que nos condenó a muerte forzándonos a parir

a riesgo de nuestras vidas.


Queremos flores del que se protege del mal pensamiento

obligándonos al velo y a cubrirnos el cuerpo.


Del que nos prohíbe salir a la calle sin un hombre que nos escolte.


Queremos flores de los que nos quemaron por brujas

Y nos encerraron por locas.

Flores del que nos pega, del que se emborracha,

del que se bebe irredento el pago de la comida del mes.


Queremos flores de las que intrigan y levantan falsos.

Flores de las que se ensañan contra sus hijas, sus madres y sus nueras.

Y albergan ponzoña en su corazón para las de su mismo género.


Tantas flores serían necesarias para secar los húmedos pantanos

donde el agua de nuestros ojos se hace lodo;

arenas movedizas tragándonos y escupiéndonos,

de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.


Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres.

Queremos flores hoy.

Cuanto nos corresponde.

El jardín del que nos expulsaron.


(Gioconda Belli)