No, no hay muerte.
Ni esta piedra está muerta, ni muerto está el fruto que ha caído:
le da vida el abrazo de mis dedos,
respiran en la cadencia de mi sangre,
del aliento que los ha tocado.
También un día, cuando esta mano se seque,
como la boca guardará callada
el sabor de las bocas que ha besado.
(José Saramago)
UNA SOLA ORACION
pero no a Dios,
que no sé donde está,
si me conoce.
A la memoria de la vida me encomiendo,
unos dicen que fatal,
otros creada.
Cuando el Destino no tiene,
ni Dios tendría,
otro poder que no les fuese dado.
Hago pues una oración,
la sombra que seré,
resto y resumen de cuanto hombre hizo,
fue y perdió.
En un gesto ya no mio, tan solo de abandono,el brazo que hoy prende ha de caer.
Renazca entonces en la palma que se enfría
el recuerdo de las rosas y de los senos.
Otra herencia no queda que merezca que se repartan sus bienes en la eternidad.
por memoria de la vida terminada.
(J. Saramago)
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