Dijo una vez el Subcomandante Marcos algo que a mí me pareció muy sensato:
“Yo soy como soy y tú eres como eres; construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedes ser sin dejar de ser tú, y donde ni tu ni yo obliguemos al otro ser como yo o como tú”.
Completamente de acuerdo con él, creo que nunca deberíamos negar el derecho a exigir el pedazo de pastel de quien lo merece tanto como cualquiera de nosotros....
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