Por los que se sintieron enfermos, ignorados,
rechazados, contaminados,
apartados, estigmatizados...
Por su soledad,
sus lágrimas y su desconsuelo...
Por los que cogieron mi mano
antes de cerrar los ojos,
agradeciendo lo caminado juntos.
Por los amigos que hemos compartido
y los que no hemos conocido;
por los que tanto nos enseñaron
sobre la vida y la muerte,
el cariño y el desapego.
Por todos los ausentes
y en su memoria,
porque fueron señalados por amar
y ser amados.
Por todos los que aún
se sienten discriminados...
¡Un brindis en esta noche de recuerdo!
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