jueves, 15 de febrero de 2024

PALESTINA... Un poema sin poesía.

 



Alguien me ha preguntado:

"¿ Por qué no escribes sobre Palestina?"

Me he sentido señalada

Y pequeña, muy pequeña...

¿Qué puede decir una mujer débil como yo

sobre tanta muerte de niños, mujeres y hombres,

muertes sin gloria, 

en una guerra que separa de la vida 

a una juventud 

que sólo ha conocido violencia y exterminio?


¿Cómo escribir de esta masacre?

¿En nombre de qué,

Si no hemos aprendido nada 

de los campos de concentración

O de Hiroshima y Nagashaki?


Sabemos por qué

Y nos horrorizamos...


A la pregunta he respondido, 

casi en voz baja, 

Que dejo el análisis y los comentarios 

a los grandes corresponsales, 

a los que lo ven allí, in situ. 

Como si no lo viésemos todos mientras comemos...


Y al decirlo, de pronto, me sentí impotente,

con los brazos caídos...

(¿Habré bajado los brazos? ¡No, por favor!)

Porque todo lo que he hecho sobre Palestina es gritar

que  "No en mi nombre"...

Y sentir, sentir profundamente la masacre,

el genocidio...

Y quedarme perpleja.


Y eso es lo que la mayoría de nosotros hace:

Sentir con impotencia, conmoción y tristeza.


Esta guerra nos deshonra,

nos envilece,

nos humilla...

****

(Mariam,  Febrero de 2024).









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