jueves, 20 de junio de 2013

INTEMPERIE








Excuse-moi, monsieur

Excuse-moi, monsieur, no soy ave migratoria
que,  por capricho, abandonó su morada
al arribo de adversas estaciones:
soy un náufrago de un país zozobrado
que un pirata infame hundió
en las mares de la miseria.
Ando en busca de una playa hospitalaria
sin escollos de absurdas celosías.


Ando en busca de una tierra sin fronteras
donde encuentre al hermano universal
de mis ensueños combativos y mis luchas ancestrales,
para que juntos encontremos,
con brújulas ideales y brazos solidarios,
la tierra prometida que las armas robaron
a nuestros sueños milenarios.

 
¿Que cuál es mi nombre…?
Mi nombre no está escrito
en aquéllas epopeyas oficiales
cuyas lídes, si acaso se escucharon
en éstas tierras taciturnas,
llegaron tal vez como un pérfido rumor
de bárbaras leyendas d
e selvas, de tribus,
de guerras ancestrales.

¡Yo soy Job, el santo, paciente y clandestino…
... pero que a cada agónica jornada se levanta
con la furia justiciera por las hambres decretadas…!

¡…y soy Lázaro, que aunque indulgente a las miradas
que extrañas y hostiles, esquivas me circundan,
prosigo mi ruta sin aplausos,
con mi carga pesada de nostalgias,
y con la intolerable fidelidad de mis dolores.
 
¡…Y soy Jesús, Cristo revolucionario,
que aunque el amor y la paz vague pregonando,
volveré con mi azote justiciero
a expulsar los infames mercaderes
que mi templo soberano profanaron!

Excuse-moi, monsieur,
¡y no me pida que sea como aquél altivo pino
que insensible tolera la fría nieve
que místicas alturas le deparan!
¡Yo soy como éste deshojado erable,
que aunque pierda su follaje
al arribo de los rigores invernales,
regresa persistente, tras los cálidos fulgores
de gratas estaciones,
con caudales renovados de dulzura
y con el verde inmortal de la esperanza!


Poema Julio Herrera.

Hoy se conmemora, dicen, el día del refugiado... 

Ceremonias y discursos, alharacas falsas, que buscan justificarse.

La realidad, la que vemos a diario, es otra....




 



** Fotos, cortesía de Pepo del Cura y Francisco Pacheco.


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