“¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. Lo que sí digo sin vacilación es que sé que si nada pasase no habría tiempo pasado; y si nada sucediese, no habría tiempo futuro; y si nada existiese, no habría tiempo presente. Pero aquellos dos tiempos, pretérito y futuro, ¿cómo pueden ser, si el pretérito ya no es y el futuro todavía no es? Y en cuanto al presente, si fuese siempre presente y no pasase a ser pretérito, ya no sería tiempo, sino eternidad. Si, pues, el presente, para ser tiempo es ecesario que pase a ser pretérito, ¿cómo deciros que existe éste, cuya causa o razón de ser está en dejar de ser, de tal modo que no podemos decir con verdad que existe el tiempo sino en cuanto tiende a no ser?”.
(San Agustín de Hipona. Cfr. Confesiones. Xl, 14, 17.)
El tiempo, ese elemento tan subjetivo….
Hablamos mi hija y yo de como pasa de deprisa, en genral.
A veces, la vida nos parece ser como en aquella película de "el dia de la marmota" (Atrapado en el tiempo), y otras veces, ese tiempo se escurre entre los dedos sin que lo notemos... O cuando lo notamos, nos ha parecido demasiado fugaz...
Le pedí a un amigo su opinión sobre este tema y me escribió una maravillosa reflexión que aquí os dejo:
EL TIEMPO
Querida Toñi, si te hubiese escrito ayer te habría dicho unas cosas, del mismo modo que si lo hiciese mañana (si es que para entonces aún vivía), te diría otras distintas.
Esa es la prueba de que somos aliados del tiempo, o sus cómplices, o sus esclavos (todo depende de nosotros); que estamos en estado permanente de evolución, de cambio, de avance...
El hecho de que las horas se nos pasen más deprisa o muy despacio no tiene que ver con el tiempo, que inexorable cada hora cumple sus sesenta minutos... es decir, que si el tiempo se pasa rápido para unos, o muy lento para otras, no tiene que ver con el tiempo, sino con nosotros, o con nosotras.
Qué es, desde mi punto de vista, lo importante de esto? Qué es lo que podemos compartir con esas personas que nos rodean, a quienes queremos del todo? Que lo importante no es cómo pasa el tiempo, sino cómo lo vivimos; sin anclajes en el pasado y sin expectativas o esperanzas en el futuro, sabiendo que podemos ser felices y sólo depende de nosotros.
Hace unos meses hablaba con Isabel, llevaba 61 años viviendo en la India con las personas más pobres, de entre los pobres del barrio de Achanak en Bombay, y le dije: "Dime, Isabel, qué es para ti la felicidad", ella respondió: "La felicidad para mí, es estar aquí contigo ahora", primero me quedé con el principio de su frase y me sentía con una especie de orgullo inconfesable, hasta que me di cuenta de que lo importante es lo que me decía es el final: ahora!, y que eso es lo único que importa.
El tiempo pasa más o menos rápido de acuerdo con lo feliz eres; por ejemplo, mis últimos 35 años han sido un suspiro, y a lo más viviré un suspiro más, ¿me debe preocupar eso?: ¡en absoluto! Lo único importante es que sé que tengo la posibilidad de ser feliz mientras te escribo y eso es lo que intento, y eso es lo único importante.
Buenas noches, un abrazo y dos besos.
P.d.: Isabel murió el mes de marzo, con 87 años, donde había vivido feliz; pero está aquí y forma parte de estas pobres letras, como una parte de la eternidad.
FABIAN MURCIANO GÓMEZ.
DE FABIAN MURCIANO:
ResponderEliminarHay texto que alcanzan su verdadera dimensión
no cuando se escriben, sino cuando se leen, cuando se leen como sólo tú sabes hacerlo. Gracias.