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sábado, 13 de enero de 2024

ADIOS AL JUGLAR DE SANTANDER.

           En estos días de Navidad,  pasados en Santander,  al pasear por la calle Burgos  un pequeño altar en el suelo me llama la atención y me habla de tu ausencia.

Pedro Fuentes, el "Perro Callejero", ha dejado ese lugar por una maldita neumonia.  

La gente se para a mirar, pregunta, hace fotos..., aunque,  quizás nunca mientras cantabas ahí, supimos tu nombre de verdad.

Ahora que los periódicos han recogido la noticia de tu muerte, pasan y te hacen homenaje. 

Eras el artista urbano en esta calle, antes lo fuiste en La Porticada. Durante décadas cantaste ahí tus canciones  y yo tuve la suerte una vez de escucharte por Antonio Vega y la Chica de ayer. 

Te llamaban 'el Sabina cántabro' por esas versiones de las canciones sabineras con tu voz rota. 

Y lo de 'Perro Callejero' me dicen que te lo puso tu chica cuando después de cantar en las calles llegabas calado por entero.

He leído sobre ti, sobre tu historia...

Que comenzaste a tocar la guitarra con 9 años en la parroquia de San Roque, en El Sardinero, con Don Lucas. Y con 25 te marchaste a trabajar de soldador a Barcelona, donde decías que te pagaban bien: 'No me faltaba un duro".

Madrugar era muy arduo... Levantarse a las 5 de la madrugada para ir a soldar a Manresa, cuando lo que de verdad te gustaba era cantar en la calle...

Estuviste compaginando tu trabajo de soldador con la música callejera, hasta que en 1991 regresaste a Santander para trabajar de muchas cosas,  sintiendo que la música te corría por las venas.



Sacaste disco con tu banda, "Tenía Mia", y tocásteis en diversos locales, mezclando sonidos flamencos con jazz, pop o blues. Y Tomasito colaboró en él.

-"Lo que me da la calle no me lo da nadie" - decias sonriendo - "El cariño que me muestra la gente al pasar es enorme. La gente me quiere mucho,  tengo muy buen rollo con ellos"... Al pasar, quienes te apreciaban te preguntaban cómo estabas y hacían carantoñas a tu perro.

"Son", que así se llama tu fiel pastor alemán, te hacia los coros. Dicen que era tu preocupación en tus últimos días.




Te habías convertido en un icono de Santander cuando una fotografía tuya, muy emotiva,  circuló por las redes sociales  conmoviendo a miles de personas con el poder que tienen algunas historias humanas. 

Ahora, en el lugar donde habitualmente cantabas, junto a una librería,  un reconocimiento espontáneo ha depositado con respeto flores, velas y fotografías en tu recuerdo, 

Me emociona.

Los que te conocieron más y mejor dicen que 'eras muy buena gente', que nunca hiciste mal a nadie.

Hoy tu memoria perdura en ese  tu lugar habitual de la ciudad que tanto quisiste.

Descansa en paz, Perro Callejero...

Gracias por tu música,  Pedro.





Por si quereis oirle...

https://youtu.be/RBJyXPZz2uY?si=OBbk8mWhnn8U86S0












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