(Joan Manuel Serrat)"Decir amigo se me figura que decir amigo es decir ternura.
Dios y mi canto saben a quien nombro tanto".
Hoy me he adentrado en el territorio donde anidan los buenos recuerdos porque es tu cumpleaños y eso me ha llevado a pensar en
¡qué pequeñas éramos cuando nos conocimos!
Colegio de monjas, uniforme compuesto por falda azul marino, polo blanco, rebeca también azul marino, leotardos y zapatos a juego. Oración antes de
comenzar las clases y profesores y profesoras que nos hablaban ya de la
democracia, de los nuevos tiempos, de oposición a la dictadura.
Me fijé
antes en ti que tú en mí, seguro, ya
que estabas entre las compañeras de clase más populares, gracias a tu chispa, a
tu simpatía y sonrisa, y dado que yo era entonces tímida, callada, aburrida y
"empollona" (aunque siempre se me resistieran las matemáticas). El descubrimiento
llegó después, cuando estudiábamos “Intérpretes Mercantil”, primero en el
colegio, después en la Escuela de Comercio, y entramos en el mundo
adolescente que antes solo habíamos vislumbrado. Primeras salidas, primeras confidencias, grandes amores, salidas a la sierra en la que
tú ya eras experta, intercambio de amigos, primer contacto con la realidad
laboral, vuelta al colegio para estudiar el
Bachillerato Superior, nocturno para poder compatibilizarlo con el trabajo, etc… Tiempos de
luces y sombras, pero los mejores recuerdos en relación con las amigas de
aquella época.
La vida, poco después, nos iba a sorprender
creando vínculos “familiares” entre nosotras dos. Tú te enamoraste de un
compañero de trabajo y yo de su hermano, y, aún muy jóvenes, nos casamos y nos
colocamos en el estatus de “cuñadas”, además de amigas. También en este periodo
de tiempo, hubo sombras y luces entre las parejas, nos alejamos un tiempo,
lo vivimos como pudimos, les fuimos leales pero conseguimos un nuevo acercamiento, que, con la madurez,
con la llegada de nuestros hijos, nos hizo acoger, de paso, a toda nuestra extensa
familia política, aquella tropa por la que tiramos de la cuerda para que se quisiesen entre ellos.
Vinieron después los tiempos en que pasamos a ser "ex-cuñadas" (y siempre amigas), compartimos más tiempo y más vivencias... Suelo que desaparece bajo los pies, dejándonos en un gran salto al vacío existencial, pero que supimos superar, cada una en su momento, en el proceso propio que necesitamos , creciendo como personas y logrando la normalidad, incluso la felicidad (breve o extensa) de nuestra propia independencia.
Me animaste a unirme a tu grupo de vacaciones y a ir por casi todo lo largo y ancho de este mundo. Viajar es uno de los placeres que seguimos permitiéndonos, sea cual sea nuestra economía, bastante tocada por cierto, y del que obtenemos beneficios incuestionables.
Hemos hecho nuevos amigos que nos llenaron de alegría y de momentos inolvidables.
Hemos hecho nuevos amigos que nos llenaron de alegría y de momentos inolvidables.
No voy a hacer aquí un resumen más largo de todo lo que nos une porque ambas llevamos con nosotras esa experiencia, y podría, además, ser interminable.
Como dije ya, es tu cumpleaños y quería decirte, antes de recapitular, que fuiste y sigues siendo muy importante en mi vida. Que tu equilibrio y tu serenidad, me han hecho ser mucho más objetiva y menos impulsiva (aunque esto último es muy difícil, soy caso perdido). Que las críticas, si las hubo, supiste orientarlas hacia la reflexión. Que sé que cuento contigo, y me felicito por la suerte que tengo de que formes parte de mí, de mi familia escogida, y espero que yo pueda estar a la altura de las circunstancias contigo, siempre.
Si alguna vez te fallo, no dudes en decírmelo... No me habré dado cuenta, me habré despistado, que con los años puede que me pase... Aunque deseo ser siempre para ti columna y cimiento en que puedas apoyarte, hogar acogedor cuando necesites reposo y estribo seguro para seguir escalando las dificultades.
Un gran abrazo, hermanita.
¡MUCHAS FELICIDADES!
Un gran abrazo, hermanita.
¡MUCHAS FELICIDADES!