POEMA en recuerdo de los inmigrantes ahogados, leído desde la cubierta del barco Constanza en aguas del Mediterráneo cuando diversos artistas e intelectuales ofrendaron un homenaje a nuestros muertos
y que Carlos Olalla nos leyó en el “funeral popular” e interreligioso del día 26 de Abril, en San Carlos Borromeo, Entrevías.
“Llegasteis desde muy lejos para alfombrar nuestro mar.
¡Salud, hermanos de negritud!
¡Salud, hermanos de soledad!
¡Salud, hermanos de nuestro mar!
y que Carlos Olalla nos leyó en el “funeral popular” e interreligioso del día 26 de Abril, en San Carlos Borromeo, Entrevías.
“Llegasteis desde muy lejos para alfombrar nuestro mar.
Sois nuestros invitados....
Hermanos venidos en un barco sin nombre.
Vosotros habéis llegado desde África para alfombrar nuestro mar.
Con vuestros cuerpos. Con lo único que os quedaba en la vida.
Nos habéis dado todo.
Sois nuestros invitados, hermanos anónimos.
Venid. Entrad en nuestras conciencias. Estáis en casa.
Tomad nuestras flores, nuestras palabras, nuestras músicas.
Ponéoslas.
¡Os sientan tan bien!
Que ellas os alimenten durante la travesía.
Que los delfines acompañen vuestro silencio.
Y las sirenas velen vuestro sueño.
Nosotros os inventaremos nombres.
E imaginaremos vuestras sonrisas.
Y pasearemos una y otra vez sobre esta alfombra regalada.
Para que el mundo que pretendíais alcanzar se hunda en su
propia vergüenza.
Hermanos venidos en un barco sin nombre.
Vosotros habéis llegado desde África para alfombrar nuestro mar.
Con vuestros cuerpos. Con lo único que os quedaba en la vida.
Nos habéis dado todo.
Sois nuestros invitados, hermanos anónimos.
Venid. Entrad en nuestras conciencias. Estáis en casa.
Tomad nuestras flores, nuestras palabras, nuestras músicas.
Ponéoslas.
¡Os sientan tan bien!
Que ellas os alimenten durante la travesía.
Que los delfines acompañen vuestro silencio.
Y las sirenas velen vuestro sueño.
Nosotros os inventaremos nombres.
E imaginaremos vuestras sonrisas.
Y pasearemos una y otra vez sobre esta alfombra regalada.
Para que el mundo que pretendíais alcanzar se hunda en su
propia vergüenza.
¡Salud, hermanos de negritud!
¡Salud, hermanos de soledad!
¡Salud, hermanos de nuestro mar!
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