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martes, 14 de julio de 2020

HUESOS ROTOS.

Hace años, un estudiante le preguntó a la antropóloga Margaret Mead cuál consideraba ella que era el primer signo de civilización en una cultura.

El estudiante esperaba que Mead hablara de anzuelos, ollas de barro, agricultura o piedras de moler.

 Pero no. 

Mead dijo que el primer signo de civilización en una cultura antigua era un fémur que se había roto y luego sanado. 


   Mead explicó que en el reino animal, si te rompes una pierna, mueres. No puedes huir del peligro, ir al río a tomar agua o buscar comida. Eres carne de las bestias que merodean. 

   Ningún animal sobrevive a una pierna rota el tiempo suficiente para que el hueso sane. 

Un fémur roto que se ha curado es evidencia de que alguien se ha tomado el tiempo para quedarse con el que se cayó, ha vendado la herida, le ha llevado a un lugar seguro y le ha ayudado a recuperarse. 

Mead dijo que ayudar a alguien más en las dificultades es el punto donde comienza la civilización.

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    En estos momentos, con algunos huesos rotos, agradezco tener a mi lado a quienes se toman el tiempo para quedarse conmigo, cuidar mi herida, enviarme ánimos y ayudarme a seguir adelante.

¡Cuántos nombres en mi corazón! 

Margaret, además de antropóloga, era poeta. Quizás por eso, al margen de otras consideraciones sobre lo que es 'civilización', lo explicó de esta forma tan hermosa. 

Necesitamos de los otros en muchas ocasiones, y más cuando la realidad nos supera.

Somos vulnerables y, como dice la psicóloga R. Flich, "solidaridad, empatía, colaboración y compasión deben ser palabras claves", 
que ojalá dejen de ser solo palabras para convertirse en realidades.

En cambio observamos que el hombre sufre regresiones hacia el estado salvaje...

¿Cuándo la humanidad volverá a estar a la altura?




Foto: José Palazón. Efecto concertina.







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Gracias a Felipe Gutiérrez, que me recordó  esta anécdota.

1 comentario:

  1. Somos la única especie de que es capaz de arriesgar la vida por otro. Desgraciadamente tambien quitársela por nada.
    Llegamos hasta aquí por lo primero, ojalá lo segundo no nos haga desaparecer.
    Te deseo pronta recuperación,pero échale un poco de cuento y que te cuiden...es tan agradable!

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