Vistas de página en total

jueves, 28 de julio de 2011

DE ANIMALES Y HOMBRES.

          "Un día me dijo uno de los chicos: Tenemos que coger el pan de la boca del león. Ese es nuestro destino."                                                                           (Francesco Vacchiano )      
                                             
                       Llevo días dándoles vueltas a la idea de que en el mundo animal, tanto hormigas como abejas y otras especies, se organizan de forma que ninguno de sus miembros en el hormiguero, colmena, o similar, pasan necesidades. Los alimentos se preven,  proveen y llegan a todos.

                        Eso a pesar de que en sus mundos hay también clases sociales: la reina, las obreras, los zánganos…. Y sí, incluso para los zánganos, con esa denominación que tantas connotaciones negativas posee,  tienen la comida asegurada.
    
                         En cambio, los hombres, la especie inteligente y evolucionada,  nos esquilmamos unos a otros hasta la más básica porción que llevar a la boca. 

                          Estamos asistiendo una vez más al terrible genocidio africano, como tantas otras veces, y del que los medios nos informan ahora, con imágenes que no entiendo como podemos soportar.

                         En nuestra sociedades, hemos establecido listas de Derechos Humanos, hemos constituido tribunales de Justicia, combatidos dictaduras y repudiado fascismos y nazismos, protagonizado revoluciones sociales y  culturales… Hablamos de sistemas de protección, y,  pese a todo,  a lo largo de siglos seguimos recreando el mito de Caín y Abel.

                           Permanecemos tan tranquilos cuando todo se queda en papel mojado, cuando esos derechos no solo no se cumplen sino que se pisotean. Y en cuanto a las posesiones, acumulamos montones de cosas que ni utilizamos ni nos sirven, y no compartimos ni la hora con los de alrededor.
  
                              Hoy, estar en la cresta de la ola significa  tener más…. Como dice el amigo, Francesco, “ser contemporaneo significa consumir”.

                               Colonizamos Africa en nombre de la civilización, como antes América, y nos llevamos los tesoros ocultos bajo su suelo, condenándoles a la pobreza y a la enfermedad.  Nos enriquecemos con sus bienes mientras la mayor parte del continente agoniza por hambre, sida, malaria, sarampión, etc…Fomentamos guerras civiles para rentabilizar el armamento que construimos y apoyamos a dictadores que les esclavizan y facilitan nuestro negocio redondo en sus países.

                        Esto se ha dicho muchas veces, no hay palabras nuevas para describir su dolor, su muerte, su exterminio….
  
                        Y mientras creamos este tercer mundo, en nuestras sociedades también creamos un cuarto , aquí, a nuestro lado, donde el hambre no es tan acuciante (aunque ya empieza a serlo en casos concretos), pero la necesidad aumenta día a día.

                             Hace poco nos decía una amiga, que se está gestando el estado post-social. Que ya nos hablan a todas horas de la idea  “Del bien escaso”, de que no hay para todos si abrimos las puertas, y lo hacen para justificar, como necesidad ética, que en realidad,  lo que pasa es que consideramos a otros  “no merecedores”.
           
                             Pero, es que ¿nos importa algo el sufrimiento de determinadas personas? En realidad, la precariedad, el ser pobre, enfermo o exluído, te coloca ya bajo vigilancia, en el banquillo o en la prisión.

                               Por eso, ante el hecho de las migraciones, internacionalmente nos estamos blindando.  Europa se ha convertido en una fortaleza,  nos han hecho “sujetos administrables”,  objetos de vigilancia y castigo, y el concepto de justicia social, el que se desarrolla en esta etapa neoliberal, pasa antes por un contexto judicial en vez de relacional, y nos llenas de argumentos, todos poco solidarios, sobre el desplome del sistema democrático, con recortes sin límite en los derechos conseguidos y establecidos, con el fin, como dice mi amiga, de justificar la exclusión.

                          Las migraciones también son una constante en el mundo animal… Muchas especies emigran de sus zonas en determinadas épocas, en busca de mejores condiciones de vida. Y cuando lo vemos en los documentales de la 2, nos parece natural y maravilloso. Pero, que no  se les ocurra a los de abajo seguir subiendo a nuestro territorio... Para eso tenemos alambradas, denominaciones de origen a cual más inhumana: clandestino, ilegal,…  

                                 Y les dejamos en los basureros sociales: centros de   menores, CIES, cárceles…, creamos espacios de sufrimiento, mientras  sacamos de las universidades y las escuelas miles de profesionales y de técnicos, médicos, abogados, psicólogos, trabajadores sociales, todos con muy buena técnica, pero incapaces de acompañar en el dolor y la pobreza.
 
                     Todo esto sería como para perder la fe en el ser humano, si no fuera porque conozco gente que no se conforma y reclama al estado lo que es de justicia  y son capaces de ir más allá del derecho, cuando las leyes establecidas no se merecen el respeto.

miércoles, 6 de julio de 2011

         "Con fuerza de voluntad,
                    incluso un ratón puede comerse un gato"
                                                          (proverbio árabe)

          Cuando salgo del aeropuerto Ibn Batuta, en Tánger,   me llaman la atención los grandes carteles publicitarios con un mensaje claro y rotundo:  un sí en árabe,  seguido de la palabra Constitución.  No es una consigna partidista, sino estatal, y de ahí mi sorpresa, que aún se hace mayor cuando en el recorrido hacia el hotel, mi amigo me señala una caravana de coches con cartelitos pegados con ese mismo texto.

        Aquí, el Rey, monarca absolutista vinculado directamente al Profeta, con el peso que eso supone en un lugar donde la religión marca toda la vida, ha propuesto reformas  que pretenden maquillar  que se gobierne igual,  con la misma tiranía,  pero con el sello de la democracia.  Es como si nuestro monarca saliera en la tele en las campañas electorales decantándose claramente por una posición, o las patrullas policiales llevasen en sus ventanillas un cartelito con determinada opción electoral.
          La nueva Constitución pretende, según anunció el rey Mohamed VI, profundizar en la separación de poderes y en el carácter parlamentario del sistema político marroquí. Y eso continuamente es repetido por él y por todos los estamentos oficiales vinculados al gobierno, con la palmada en el hombro del presidente Sarkozy y nuestro propio gobierno.
        Solamente el partido  Justicia y Caridad y el  Movimiento 20 de Febrero, piden profundas reformas políticas y sociales en Marruecos, y yo
veo en estos jóvenes que han recobrado su identidad con este movimiento, se han reconciliado con el hecho de ser marroquí, que tantos consideraban un estigma, y ven claramente que "la nueva ley fundamental fue elaborada por un comité orientado por el monarca sin ningún respeto a la democracia tal como está reconocida a nivel internacional".

           El día del Referéndum, 1 de julio, despierto temprano recordando aún la mnifestación de anoche que propugnaba el no a la constitución,  la de Casabarata, (había otra por el sí) donde multitud de personas se fueron uniendo a la marcha. Y cuando bajo hacia el INAS, para el último día del curso,  paso por un colegio electoral, a cuya puerta la policía  charla tranquilamente. Espero un buen rato, y solo veo entrar a una persona en todo el tiempo.
           Se ha realizado una movilización a fondo de todos los mecanismos del poder para conseguir el Sí en el referéndum.

          Yusra Sahar,  dirigente en Rabat del movimiento 20F, dice en rueda de prensa que  “el referéndum constitucional fue injusto, falsificado y carece de legitimidad",  y  “seguiremos con nuestra lucha pacífica hasta que se realicen todas nuestras legítimas reivindicaciones". Destacó que "de esta forma el régimen marroquí no responde a las reivindicaciones legítimas del pueblo, ya que no establece la democracia deseada".
                
              El movimiento reclama, entre otras cosas, una asamblea constituyente que otorgue a Marruecos una nueva Constitución, el fin de la política del monopolio económico, gozar de garantía de los servicios de sanidad y educación, el derecho al empleo y la reducción del coste de vida.
     En este país, en los años 70, si te pillaba  enseñando a leer a otro, te condenaban a seis meses de cárcel… Y aún hoy, la escuela es una asignatura pendiente y multitud de niños viven en la calle...
 
            Destacan los medios oficiales la alta participación…Hablan del 92 %, otros del 98 %,  pero la gente en la manifestación  grita que las urnas estaban vacías...

          Activistas marroquíes denunciaron irregularidades durante la consulta, mientras el Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH, institución oficial) destacó que se llevó a cabo en "condiciones establecidas por la ley y no se registró ninguna irregularidad".  

            Claro, la máquina del Makzen  intenta  frenar el descontento reciente en la calle, sobre todo, las manifestaciones del movimiento del 20 de febrero, por eso llegar hasta aquí, ha tenido un precio: el cierre de periódicos, como Tel quel; el encarcelamiento de periodistas, como Rachid Niny, que ha decapitado cualquier periódico de alta tirada de oposición; La utilización de los imanes de las mezquitas y de movimientos religiosos teledirigido y financiado por el estado con el fin de utilizar la religión para el beneficio de rey: “ En las mezquitas se pide descaradamente el sí a la reforma constitucional y se cataloga de malos musulmanes a quienes piensan votar no y de ateos e incrédulos a quienes defienden el boicot”.
  La represión en las manifestaciones (7 muertos a día de hoy), sindicalistas encarcelados, detenciòn y tortura de estudiantes,  etc…etc…
            Aun así podemos leer esto:
             “Pero hoy algo ha cambiado. Cuando en Chtouka Aït Baha, los diplomad@s en paro queman públicamente sus tarjetas electorales en la misma calle (Ver video: http://www.youtube.com/watch?v=hX1L…), cuando 5 días antes del referéndum (el 26 de junio) salen cerca de 200.000 manifestantes a la calle pidiendo el boicot en más de 50 ciudades y pueblos de Marruecos (destacando la masiva manifestación de 40.000 personas en Tánger), .. cuando la exigencia de cambios democráticos surge de la calle con el movimiento 20 de febrero en el contexto de las revoluciones tunecina y egipcia y no del palacio (el discurso real llega el 9 de marzo tras más de dos semanas de manifestaciones), es que algo está cambiando realmente en Marruecos.

              El paso ya está dado. El movimiento 20F ha sido capaz de seguir movilizando a niveles importantes y de desafiar el discurso real, llamando  abiertamente el boicot, la abstención.  Defienden la justicia social,  el derecho a la dignidad,  y saben que el deber de la ciudadanía es reclamar y defender esos derechos, que no está bien que la mayor parte de la población sea analfabeta, que la sanidad solamente sea para los que tienen dinero.  Me dice Françesco que aquí,  si te pilla  un coche te mueres…
 
               Muchos marroquíes ya no quieren seguir oyendo aquella frase de “el último que apague la luz…”   
               Son fruto del colonialismo,  el  postcolonialismo  y del neoliberalismo occidental, es decir, de un contexto de cultura dominante sobre un país donde se ha disciplinado la pobreza. Y por ello tienen que emigrar. Tienen que cruzar los 14 km de ese Estrecho convertido en cementerio y puerta del Paraíso, con la esperanza de una vida mejor para su familia en nuestra sociedad que se ha convertido en una fábrica de exclusión llena de fronteras, externas e interiores….Pero de este tema querré hablar  otro día…

    Hoy, quiero quedarme aquí, con la esperanza que supone ver como también en Marruecos la gente despierta, quiere un amanecer a pesar de las dificultades…. Y me quedo con la imagen de esa bandera roja con estrella verde, colgada en la puerta de la casa de mi amigo, con la huella de la bota de un policía que tras tirarle al suelo en la gran manifestación del 6 de Marzo, le pisó y dejó en ella su marca.