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martes, 30 de octubre de 2018

N•A•K•E•D


     Conocí a Tiberiu en la Cañada Real, en medio de las actividades que se hacían en el marco del Festival de Cine 16 Kilómetros y, desde entonces, seguimos manteniendo amistad.

     Me cautivaron sus fotografías de aquellos talleres que se hicieron con los y las niñxs de Cañada, con la extraordinaria participación de Ahmad Joudeh, bailarín sirio al que quisieron matar por su amor a la danza.

      

Y me  encantó también que en dos semanas supiese hablar tanto español y tan bien... Tanto que hasta le pusimos a interpretar refranes españoles para ver sus conocimientos del idioma. Un nivel increible...  y además, nos sirvió para conocernos. 


       He seguido a través de las redes su trabajo fotográfico, y cuando  me invitó a la inauguración de su exposición en Madrid, supe que tendría que buscar un hueco para verla, para darle un abrazo y desearle lo mejor.

        Después de las exposiciones en el  MNAC  Bucharest (Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Bucarest), Rainbow House de Bruselas  y Bears'den Paris, N•A•K•E•D  ha llegado a la Cineteca de Madrid, en el Matadero, dentro de LesGaiCineMad, con el apoyo de la Fundación Triángulo de Madrid.


Y él nos lo cuenta así:


    Soy Tiberiu Capudean, fotógrafo rumano de 44 años, activista LGBTIQ+ que nació y creció en Bucarest y  que durante 1 año, fotografié a más de 200 hombres homosexuales y bisexuales de todas las edades, tipos de cuerpo y colores de piel en un intento por combatir la discriminación y desafiar las normas de belleza de hoy.
 

Quería darles una cara y una voz a los que los homófobos odian sin conocer. 

Al conocernos, creo que pueden convertirse en nuestros aliados.

N•A•K•E•D surgió de la necesidad de visibilidad de la comunidad LGBTIQ+ y de mi deseo de ayudar a aquellos que no forman parte de nuestra minoría sexual para que nos conozcan, para entender nuestras luchas y fortalezas, nuestros miedos y victorias. 

Pero mi proyecto también está dirigido a nuestra propia comunidad, en un intento de combatir la vergüenza del cuerpo, el racismo, la xenofobia y la discriminación por edad que muchos de nosotros experimentamos.

Por eso, cada hombre que fotografié compartió una historia personal.

 Quiero que N•A•K•E•D sea un viaje emocional. 


Espero que las personas miren bien a estos hombres y lean todas sus historias para que puedan ver cómo se siente la homofobia, la vergüenza del cuerpo, el racismo, la xenofobia y la discriminación por edad. 

Espero que sientan tristeza y alegría, miedo y esperanza, vergüenza y valor.


Finalmente, espero que la gente entienda que DIVERSIDAD significa NORMALIDAD, que no somos realmente tan diferentes y que nuestra sexualidad no nos define como personas.


Del 29 de Octubre al 5 de noviembre de 2018
En la Cineteca Madrid.
Plaza de Legazpi, 8 28045 Madrid.

 





lunes, 22 de octubre de 2018

MANIFIESTO CONTRA BOLSONARO. ESTO NO ES UN POEMA.








 Arnaldo Antunes  es un destacado músico y poeta brasileño.  
 El texto que vais a leer, él lo escribió en verso, pero yo me permití transcribirlo en prosa, por su enorme extensión. También como traductor me tomé algunas libertades, ya que mis conocimientos de esa lengua son limitados y... emplea palabras: coturnos, chucros, viadinho, coiso, blitzes, que no encontré ni en el diccionario Aurélio.
                                                                Enrique Martínez Reguera.
                                                                    15 de octubre de 2018.

          Esto no es un poema, sólo un desahogo que no pude hacer de otra forma que no fuera así, desmenuzando mis frases.
          Hoy vi horrorizado a un artista, Moa do Catendê, asesinado a causa
de un enfrentamiento político en un bar de Bahía.
     Después, vi y oí estremecido a Luiz Melodía (también negro, también compositor, con el cabello rastafari como la víctima anterior) cantando “en el corazón de Brasil” y repitiendo muchas veces esa frase “en el corazón de Brasil, en el corazón de Brasil”, que intento oír latiendo todavía entre la luz de Luiz y la tiniebla de ese agujero vacío que ya no latirá más en el pecho de Moa; porque ya no existe amor “en el corazón de Brasil”; roto en estos días brutales, pateando la cara de quienes aman la cultura, la educación, la ciudadanía, la libertad de expresión, la solidaridad, la democracia; que ya no se valoran lo más mínimo porque lo que importa es que subió la bolsa o cayó el dólar.
          Y todo va a continuar siguiendo dócilmente hacia el abismo, con esa insania colectiva y ciega con que Brasil niega cualquier futuro posible. Sólo odio, horror y odio.
          Ya nada que se diga tiene sentido, sino el escribir en la cara de esos desalmados las palabras proclamadas por su líder (Bolsonaro) grabadas en vídeo y repetidas mil veces diciendo: “yo defiendo la dictadura” “yo voy a cerrar el Congreso” “no sirven ni para procrear” “no te voy a violar porque no te lo mereces” “nosotros vamos a barrer del país a todos los vagabundos” “fue un error torturar en vez de matar” y etc. etc. que vomita y repite incansablemente desde hace años ante las cámaras y los micrófonos.

          Es justamente por eso por lo que lo idolatran, y nunca faltará quien lo enmascare diciendo “sí, pero mirad Venezuela”, “es para acabar con la corrupción”, “nosotros queremos seguridad ¿o no?”.
         Mientras comprobamos cada vez más, que sí, que es así: ¿cómo explicarle la ley de la gravedad a alguien que todavía cree que la tierra es plana, a alguien que defiende su ignorancia con dientes y garras? Quieren matar, disparar ¿a quién? ¿en nombre de quién? Patria, familia, propiedad, seguridad. Si ese campo no está sembrado no hay derechos ni respeto, enseñanza, ni dignidad; sólo horror y odio, odio y horror. Las palabras pierden sentido, los valores pierden valor, la vida pierde valor.

          Marielle fue asesinada y rematada, su cartel roto, rasgado, deshonrada por las manos truculentas de alimañas prepotentes con sus camisetas estampadas con la cara del monstruo; demostrando su monstruosidad cuando venden en sus reuniones políticas camisetas de otro monstruo que además de torturar llevaba a los niños para que vieran a sus madres torturadas; esos tipos abominables que delante de un público cobarde alardeaban de haber roto los carteles con el nombre de Marielle Franco.
    Ahora sí, como les están eligiendo están satisfechos, pero no saciados de la sangre de inocentes que ha de correr sólo por ser diferentes, excitando en otros el deseo de ejercer su lado más obscuro: militancia policial, escuadrones de la muerte: La noticia de la barriada de chabolas Rosinha, ametrallada, como solución; la barbarie finalmente institucionalizada como diversión; el Brasil, finalmente sin corazón, fuera de la ONU y de los acuerdos internacionales sobre medio-ambiente. Sin control, sin sensatez no habrá ONGs. Braman llenos de sí y de odio, criminales contra el crimen, opresores con la familia, amorales en la moral, a pesar de todos los avisos de la prensa internacional.
         De izquierda, de centro o de derecha, los únicos que no lo ven son quienes no quieren verlo. Se extienden no como un rumor, sino descaradamente, empoderados por el discurso del odio, del horror y del odio. Sus partidarios ya salen por las calles dando tiros y gritos y grabando esvásticas nazis sobre la piel de una niña que llevaba estampado en su blusa “él (Bolsonaro) no”. 

       Y la promesa de violencia desmedida, concretándola ya, antes de la segunda vuelta de las elecciones: ni un centímetro de tierra para los indios, ni una gota de derechos civiles ni humanos, y la vuelta a la censura y al odio, odio, horror y odio, para cerrar una vez más el sueño de una nación, que tuvo la ocurrencia de dar al mundo lo peor que hubo en la historia, dispuestos a repetirlo ahora: ni historia ni Museo Nacional, ni cultura ni educación, ni filosofía ni arte; y en su lugar la escuela militar y la geografía de los lucros y dividendos. Masacre de las minorías, horror y odio, odio y horror creciente y permanente. Después de un golpe necesitan parir otro golpe; un autogolpe alimentado por todas las cuchilladas contra la espalda de artistas como Moa.

       En la cabeza de quienes les apoyan todo se justifica: la tortura de los presos, los enjuiciamientos sin juez, el permiso a la policía para matar y el odio a los pobres en las barriadas ostentosas. Una guerra declarada de quienes aceptan asesinos para combatir a los bandidos.
      Está todo del revés: los pobres eligiendo a un millonario y como contrapartida se autoriza la sórdida barbarie de los fuertes contra los débiles.
          Algo está muy enfermo en Brasil, en el descorazonado Brasil, que miente, se calla o agrede para avanzar sin frenos en dirección al fascismo, siguiendo la música hipnótica del odio, el horror y el odio; reuniéndose en iglesias en nombre de Dios y de Cristo, sólo desamor en nombre de Cristo, violencia y brutalidad en nombre de Cristo, armas y tortura y prejuicios en nombre de Cristo, de Dios y de Cristo.
          Se proponen armar a la población para ametrallar a los adversarios, los diferentes, los miserables, los chabolistas, los de enfrente, los que piensan de otra forma y opinan o protestan, o se visten de otro color o son de otro color; o cualquier otro pretexto que se inventen para extender el odio, horror y odio. De la mentira al linchamiento, del homicidio al genocidio “debíamos haber matado por lo menos a treinta mil” (Bolsonaro).
         Ya sin democracia, palabra vacía en boca de quienes colaboran, que no son pocos, posturas de neutralidad como la de Pilatos lavándose las manos, diciendo que los dos lados son igualmente extremistas y peligrosos. Pero entonces ¿en dónde estaban en los tres últimos gobiernos, antes del lamentable Temer?, ¿estaban bajo una dictadura comunista y no lo sabían? La verdad es, que todos lo saben y muy bien, que el extremismo viene de un solo lado, que quiere ser elegido para acabar con las elecciones, que el mayor peligro es ese juego de equivalencias que realmente le sirven al monstruo. Inhibirse es misión imposible en este momento en que nos amenaza de modo hostil y explícito el creciente nazismo.

    Con el filtro agujereado de un buen sentimiento hipócrita y pasota que siempre nos va a repetir “sí, pero en Venezuela…” Como si no hubiésemos oído ya exactamente eso bajo la dictadura del 64 cuando decían “sí, pero en Cuba…”, para justificar la dictadura militar que tanto elogian ahora; y que el actual presidente de nuestro Tribunal Supremo Federal decidió que ahora se va a llamar “movimiento” en vez de “golpe militar”, para endulzar un poco la boca amarga por la sangre derramada. Mudando su denominación, dejando de llamarla “dictadura”, nada va a cambiar. Desequilibrio ético que prefiere una autocracia perfecta a una democracia defectuosa; ese error que ningún arrepentimiento será capaz de reparar.
 
          Pero todavía hay tiempo de evitarlo, aún no es tarde para frenar el odio, el horror y el odio.

  (Arnaldo Antunes).

 Traducción: Enrique Martínez Reguera.

 Fotos: Mariam del Toro. Brasil 2017-2018

      





miércoles, 17 de octubre de 2018

LA ROSA DE LOS VIENTOS.

Una embarcación de papel atraviesa mi garganta...
adentro bogan dos niños mendigos,
andrajos audaces para despistar al viento
a la brújula al designio de la noche...

                              (Alejandra Pizarnik)


El duelo es un proceso individual, cada cual elabora su dolor como sabe, como puede.

Y en él hay que tomar decisiones.


Una de las primeras suele ser  qué hacer con las pertenencias de la persona que se ha ido.

Lo hice desde el principio, con tu ropa, las medicinas...

Pero quedaba tu bolso, tu pequeño y algo deteriorado bolso donde tus cosas más personales esperaban para salir...


Me costaba... Lo iba dejando ... Y hoy, lo abrí.

Conocía mucho del contenido, no en vano fui tus manos y tus ojos en los últimos años.

Y sin embargo, nunca había descubierto el objeto que ha aparecido ante mí...

     Una brújula de metal dorado,  que al sujetar en mi mano, me hizo pensar que siempre habías sido mi timón y mi ancla, y ahora, además, quizás querías ayudarme  a no perder el norte, a dirigirme por el mejor camino en mi interior habitado de soledades  y que me legabas esta brújula porque es muy necesaria para mí, que sabes que me pierdo en los bolsillos.

Siendo tuya, será la brújula de los valores, esa que nos indica cómo unir nuestros sueños con la realidad, cómo ir sobreviviendo a la tristeza que nos invade ante la contemplación de la devastación que nos rodea...

Seguir esta brújula, esta Rosa de los Vientos que me dejas, será recordar siempre de donde vengo y a donde debo ir.

  Y le pido que me lleve donde no lloren los niños, donde no se oigan los disparos de los rifles, donde no cacen a los lobos, ni aplasten el suelo las orugas de los tanques, donde nos devuelvan "el mar, el monte, el pan y la paz".





Donde dejemos que nos toque el amor,
que permanezca lo mejor de nuestro corazón.

Donde pueda dar las gracias
por este regalo maravilloso que es la vida. 
Y que acepte al fin que ésta tiene etapas, ciclos, 
que hay que cerrar a veces.

Tengo tu brújula, pero seguro que me preguntaré muchas veces  ¿cuál es el mapa?...  ¿Cuál es el mapa, mamá? 
Y me parecerá escucharte decir que los caminos se van dibujando a medida que avanzamos en el viaje, ampliando el horizonte.
 
Estés donde estés, mamá, nunca dejes que pierda la dirección correcta.

Yo intentaré no perder el norte,
aunque sabes que mi brújula siempre deberá apuntar al SUR.









jueves, 11 de octubre de 2018

NO FUE ENCUENTRO ENTRE CULTURAS.


    En España se sigue celebrando institucionalmente el  aniversario del “descubrimiento de América” con todo tipo de fastos y de alharacas. 

La llegada a aquellas “Indias” no fue un descubrimiento sino una conquista.

No fue un encuentro entre culturas.


 
 
   Hay historiadores que mantienen que al menos 90 millones de indígenas fueron exterminados. 

   Un día encontré este texto referido al 500 aniversario de aquellos acontecimientos. Y me gustó porque hace reflexionar sobre lo que se hizo allí, y lo que seguimos haciendo en cada una de las partes del mundo donde las potencias se introducen para el saqueo de los recursos y riquezas naturales.
 
 

     "El texto que seguirá es una obra de ficción, pero su contenido es tan aceradamente cierto, la crítica a los europeos tan absolutamente justificada y la redacción tan ingeniosa, que merece ser leído y difundido:

 

     “Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuauhtémoc, he venido a encontrar a los que celebran el Encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se la encontraron hace quinientos. Aquí pues nos encontramos todos: sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.

    El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me Descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una Deuda contraída por Judas a quienes nunca autoricé a venderme. El hermano leguleyo europeo me explica que toda Deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Ya los voy descubriendo.

    También yo puedo reclamar pago. También puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que sólo entre el año de 1503 y el de 1660 llegaron a Sanlúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América. ¿Saqueo? No lo creyera yo, porque es pensar que los hermanos cristianos faltan a su séptimo mandamiento. ¿Expoliación? Guárdeme Tonatzin de figurarme que los europeos, igual que Caín, matan y después niegan la sangre del hermano. ¿Genocidio? Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que califican al Encuentro de Destrucción de las Indias, o a ultrosos como el doctor Arturo Uslar Pietri, quienes afirman que el arranque del capitalismo y de la actual civilización europea se debió a esa inundación de metales preciosos.  
 
       No, esos 185 mil Kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de varios préstamos amigables de América para el desarrollo de Europa.
 
       Lo contrario, sería presuponer crímenes de guerra, lo cual daría derecho, no sólo a exigir devolución inmediata, sino a indemnización por daños y perjuicios. 
 
     Yo, Guaicaipuro Cuauhtémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de la hipótesis. Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un Plan Marshalltzuma para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, defensores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.
 




     Por ello, al acercarnos al Quinto Centenario del Empréstito, podemos preguntarnos: ¿han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable, o por lo menos productivo de los recursos tan generosamente adelantados por nuestro Fondo Indoamericano Internacional?
   
       Deploramos decir que no.
 
 
     En lo estratégico, lo dilapidaron en batallas de Lepanto, Armadas Invencibles, Terceros Reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin más resultado que acabar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como Panamá (pero sin canal). En lo financiero, han sido incapaces -después de una moratoria de 500 años- tanto de cancelar capital o intereses, como de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo.
 
     Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman conforme a la cual una economía subsidiada jamás podrá funcionar. Y nos obliga a reclamarles -por su propio bien- el pago de capital e intereses que tan generosamente hemos demorado todos estos siglos.
 
      Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de interés de un 20% y hasta un 30% que los hermanos europeos cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de un 10% anual acumulado durante los últimos trescientos años.
 
      Sobre esta base, y aplicando la europea fórmula del interés compuesto, informamos a los Descubridores que sólo nos deben, como primer pago de la Deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y otra de 16 millones de kilos de plata, ambas elevadas a potencia de trescientos. Es decir: un número para cuya expresión total serían necesarias más de trescientas cifras, y que supera ampliamente el peso de la Tierra. Muy pesadas son estas moles de oro y de plata.
 
 ¿Cuánto pesarían calculadas en sangre?
 


    Aducir que Europa en medio milenio no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar este módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.
 
   Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la inmediata firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y los obligue a cumplirnos sus compromisos mediante una pronta Privatización o Reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera como primer pago de su Deuda histórica.
 
     Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota que le impide cumplir sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con la que mataron al poeta.
 
        Pero no podrán: porque esa bala, es el corazón de Europa.”
 



*****
 

     El cacique Guaicaipuro existió hace poco menos de quinientos años, aunque su nombre real no incluía el ahora añadido Cuatemoc.
 
     El autor del relato es Luis Britto García, que lo publicó el 6 de octubre de 2003, con motivo del Día de la Resistencia indígena (12 de 0ctubre), bajo el título de "Guaicaipuro Cuatemoc cobra la deuda a Europa".


      El autor: Luis Britto García (Caracas, 1940). Escritor venezolano. Su obra de ficción, formalmente experimental, elabora una crítica de la situación política y social de su país (Rajatabla, 1970; Abrapalabra, 1980; La orgía imaginaria, 1983). También se ha dedicado al ensayo, entre cuyos títulos cabe citar El imperio contracultural: del rock a la posmodernidad (1991).
 
Premio Casa de las Américas en 1970
y premio nacional de literatura en 1980."