“Aprendí pronto que al emigrar se pierden las muletas que han servido de sostén hasta entonces y hay que comenzar desde cero, porque el pasado se borra de un plumazo y a nadie le importa de dónde uno viene o qué ha hecho antes”.
(Isabel Allende)
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Ana se ha ido, dejando mi corazón encogido por el hueco de su ausencia. Ella, que todo lo llena con solo estar, con sus ganas de pelear, deja ese hueco a pesar de haberme preparado para su marcha, para que no pareciese que quiero retenerla o frenar sus aspiraciones, cuando en verdad lo que pasa es que quiero acunarla entre mis brazos como cuando llegó a la vida.
La niña que era un torbellino, como si quisiese asimilar de prisa la vida, que era la emoción en estado puro, la que ilumina con su mirada la oscuridad de mis soledades, la que pelea, hiere y a la vez es tierna y solidaria, dura como el diamante, obstinada y cabezota como los asnos, pero por la que vale la pena vivir, disfrutar a través de ella de la belleza, hizo su maleta y se fue ayer a vivir a otro lugar. Con cierto miedo, con lágrimas que quería aguantar, con la incertidumbre de lo desconocido que viene a continuación, pero con el firme propósito de hacerse independiente.
Como otros jóvenes, como tantos que se nos están marchando en busca de un medio de vida, de un trabajo, lejos de la situación de paro que asola en este momento nuestra sociedad.
La juventud más preparada de nuestra historia vivirá peor que sus padres. Así lo dicen en su manifiesto los integrantes de “Juventud sin Futuro”, para quienes esta agresión contra el colectivo juvenil en un escenario de crisis capitalista, con una tasa de paro juvenil del 40%, la más alta de la UE, se materializa principalmente en el aumento de la temporalidad de los contratos, una flexibilidad laboral que puede ser de horas, días, minutos… y en la desaparición de la negociación colectiva, convirtiendo a los trabajador@s en precarios/as de por vida.
Se quejan, con toda razón, de que la reforma del sistema de pensiones, que retrasa la edad de jubilación, les dificulta aún más encontrar un trabajo digno. Dicen las estadísticas que tres de cada cuatro licenciados universitarios, se tendrán que ir fuera de España en busca de empleo, lo que también harían un 57,4 de los jóvenes sin estudios. Recordemos que la Formación Profesional ha seguido también un marcado declive ante el abandono del interés que muestran los políticos hacia los problemas educativos.
Me asusta saber el porcentaje de los jóvenes españoles que están en paro; los que trabajan con contratos basura y con salarios bajísimos. Se dice que 6 de cada 10 jóvenes entre 18 y 30 años vive con sus padres y el 55% depende de ellos para sobrevivir.
Pero ellos han dicho: ¡Basta! Y han gritado:
Fueron jóvenes, sobre todo en Túnez y en Egipto, los que prendieron la chispa de la revolución de lo que se denomina “primavera árabe” aunque su lucha se extendiera a otros grupos sociales. Dicen los jóvenes españoles que el sistema social injusto y depredador despertó las conciencias en estos países, como les ha pasado a los europeos.
Nuestro sistema les ha menospreciado casi siempre. Les ha utilizado, eso sí, pero sin preocuparse por sus intereses. ¿Y que quieren los jóvenes? Ser adultos, es lo natural, como siempre, y ser adultos “ha significado siempre lo mismo : ser libre, independiente, digno, dueño del propio discurso”.
Pertenezco a esa generación cuyos padres y tios tuvieron que salir del país, emigrar en busca de una forma mejor de vida, o por cuestiones políticas. Y a la que los hijos se les tienen que ir también ahora por razones muy similares. En el fondo del corazón, cuando much@s chic@s se van, se sienten exiliados.
Era yo muy joven, allá por 1977, y cantaba Triana la canción “Hijos del Agobio y del dolor, mil fuerzas te inundan el corazon…” El título dio origen a una agrupación vallekana de jóvenes que entonces se rebelaba también contra un sistema que solo les consideraba carne de paro y números en el censo. Hijos de las macrociudades y del asfalto, hastiados de que se nos olvidara, reflejo de la sociedad que se nos imponía y del deseo de romper con la injusticia.
Este deseo se hace visible ahora también. Lo vemos en nuestros jóvenes, los que nos han sacudido a todos hace unos meses pidiendo lo que es suyo por derecho. Y lo dicen INDIGNADOS, así de alto y claro:
“un sistema político en el que la ciudadanía elige gobiernos que más tarde se ponen al servicio de los mercados no puede ser democrático. No es democrático que las medidas políticas se tomen en nombre de instancias impersonales, como “los mercados”, que no tienen cara ni nombre ni rinden cuentas ante nadie, ni tampoco es democrático aceptar que la responsabilidad de la crisis es de todos y que, por tanto, debemos ser sensatos y aceptar los sacrificios. Sensatez y moderación salarial, pide el Ministro de Trabajo, mientras la clase política europea rechaza una enmienda para congelar sus dietas de parlamentarios y mientras Telefónica, pese a declarar cuantiosos beneficios, anuncia una salvaje reducción de puestos de trabajo. ¿Sensatez? Sensatez y responsabilidad democrática es señalar a los culpables de la crisis y desde Juventud SIN Futuro los señalamos sin miedo: banqueros, especuladores, agencias de rating, gobiernos que gobiernan para unos pocos y que condenan a la precariedad y a la miseria a tod@s los demás.”
Mi querida Ana, parece ser que los jóvenes que se van fuera son los que mejor formados están, lo que supone una importante pérdida de talento en nuestro país. Pero esto no parece preocupar a los gobiernos, sino que "lo fomentan" como una salida para deshacerse de los jóvenes parados. Quizás, con el tiempo, tengamos que lamentarlo.
Los que ahora están en el ejercicio del poder, por ideología, nos llena de mensajes sobre la familia al uso católico, la que ha de estar unida, cuidar de todos los hijos que mande dios, la que condena otros modos de constituir familias porque dicen que no dan ejemplo a la prole. Dicen que hay que cuidaros, daros todo el amor, la educación y la salud que se pueda…. ¡Nos mienten! No sé, a sus jóvenes, seguramente los preservan en buenos Colleges y les ofrecen puestos importantes en las empresas familiares, pero a la vez que nos dicen que nuestros hijos son lo mas grande de la vida, os privan de educación igualitaria, del derecho a una casa digna, y después, los que consiguen con esfuerzo acabar la universidad, se encuentran sin trabajo o devueltos a un estado laboral anterior a la revolución industrial. Incluso, si cuadra con sus planes, os envian a la guerra y a las misiones de imposición de la democracia, que es el pretexto para seguir explotando a otros paises.
A veces lo hemos hablado tú y yo: Se os ofrecen otras salidas, en connivencia con los medios de comunicación actuales: Puedes hacerte famoso rápidamente, conseguir trabajo en programas televisivos, ganar mucho dinero y estar en boca de todos, solo con participar en determinados programas, seguir la regla de la fama que ahora tenemos: ser un poco borde, propiciar malos entendidos, acostarte con otro famoso y que se sepa, claro, que pagan si lo cuentas, tener mala baba y ponerte en manos de un manager que se ocupará de algunos montajes que te lleven a la cresta de la ola. Solo con esto, se puede conseguir que, partiendo de nada, tengas a la puerta de tu casa, o te sigan al aeropuerto, gran cantidad de joven@s periodistas, que tras estudiar una carrera solo encuentran el trabajo precario de conseguir que los “famosillos” abran la boca para su micrófono, a ver si consiguen que la empresa para la que trabajen les pague algo.
En fin, a nuestros jóvenes os intentan adormecer con estos modelos, os quieren privar de construir proyectos propios de vida, que inventeis acciones para situaros en vuestro propio lugar en el universo. Por eso ya, ahora, muchos han levantado la voz, han salido a las calles y se niegan a que les roben SU FUTURO.
Vuestra partida hacia la búsqueda de un mejor porvenir, resulta triste para nosotros, los padres. Sé que siempre te tendré a mi lado, pero ya estás buscando tu propio rumbo, un camino en el que yo he quedado atrás. Todavía retengo en mi memoria el olor de tu pelo, la calidez de tus manos en mi cuello, tus abrazos sin reservas.
Te veo lejos de la guarida segura, y quisiera prender un amuleto de felicidad en tu corazón bañado en el sándalo de la suerte para que tu viaje llegue a una ITACA maravillosa, abrigada de las tormentas y las lluvias. Sé que mi temor es inútil, pero ¿cómo se evita? No dejo de preguntarme ¿será feliz?, asi que creo que está empezando a afectarme el síndrome del nido vacío incluso antes de que suceda.
Los hijos se van por diferentes circunstancias, las normales, y las incomprensibles. Porque vuestra marcha es la consecuencia del fracaso de nuestra sociedad, de nuestro sistema, quieran o no reconocerlo.
¿Suena triste? Sí; Si lo es, porque será inevitable extrañarte, y quererte ver más seguido, porque me cuesta aceptar que la separación, el crecimiento y maduración son procesos normales, por los que alguna vez también yo pasé. Admitir que ya has crecido, que no necesitaras tanto de mi como antes.
¿Suena triste? Sí; Si lo es, porque será inevitable extrañarte, y quererte ver más seguido, porque me cuesta aceptar que la separación, el crecimiento y maduración son procesos normales, por los que alguna vez también yo pasé. Admitir que ya has crecido, que no necesitaras tanto de mi como antes.
¿Quiénes eran y dónde están ahora el rey Arturo, Ginebra, el hada Morgana, Parzival, Lancelot y tantos otros que cobran vida en cada ciclo de las “sagas” artúricas? ¿Qué extraño misterio rodea a los antiguos pueblos celtas con tradiciones que cruzan el planeta en insospechados espacios y centros? ¿Es el Grial el recipiente que contiene la sangre de Cristo? ¿Corresponde el Santo Grial (San Graal) a su misteriosa descendencia oculta? ¿Es el Grial el secreto que les costó la vida en los albores de la Inquisición a los cátaros y posteriormente a los caballeros templarios? O bien ¿es el símbolo universal de los seres “puros de corazón” que se internan en los aventurados laberintos de la magia tratando de descifrar los enigmas más profundos de la vida?
Todas las historias que hemos compartido y disfrutado, me dicen que el tiempo dedicado a ti con pasión durante estos años de crianza, incluyendo serias crisis y grandes momentos de felicidad, han merecido la pena. Que hemos vivido juntas con intensidad, a veces con más personas, claro, somos una familia grande, de sangre y de vínculos, pero el balance es muy positivo.
Sabes que no me gusta dar consejos, pero esta vez, vas a aguantar algunos:
No sacrifiques tus sueños y metas. Continúa poniéndote objetivos y lucha por lo que quieras lograr. Sigue con tus proyectos de vida que siempre has querido concretar.
No juzgues, cada uno tiene su propio camino en la vida. Imagina el mundo donde quieres vivir y hazlo posible. Cultiva tu espíritu. Ten empatía hacia los demás. No hagas daño a nadie, ni física ni moralmente. Deja atrás los demonios del pasado y nunca te canses de decir “TE QUIERO” y de demostrarlo.
Tampoco olvides que tienes gran suerte. Otros, vienen a nuestros países sin ningún apoyo ni ayuda, no pueden tomar el avión, arriesgan su vida en el Estrecho, ese lugar donde tú, cuando lo cruzas, dejas flores en recuerdo de los sin nombre olvidados en sus profundidades. Ellos lo tienen más difícil que vosotros, porque buscan un horizonte más próspero y suelen encontrar un entorno inhóspito, donde se les destierra de nuevo. Y sé, que estés donde estés, seguirás haciendo la revolución y lucharás por esa palabra que es la que más te gusta en la vida: UTOPIA, y que es también el nombre de tu guitarra.
Cuando leas esto, si lo lees, ya andarás hablando otro idioma, pero recuerda que siempre contarás conmigo… Y si estabas lista para irte, “entonces creo que hemos hecho un buen trabajo juntas.”
Te quiero y, hasta nuestra próxima comunicación, te dejo con un poema de Benedetti:
En barcos , en aviones los jóvenes emigran…
a veces se van solos /prendidos a su alma,
le ordenan al olfato que encuentre un paraíso
pero los paraísos no se usan hace tiempo…
apenas sobreviven en el teatro.
los jóvenes emigran con su olvido,
con sus ganas de todo/ deshilachándose
y cuando llegan allá todo es asombro;
pero tres dias después todo es rutina
napolitanos, galos, helenos o gitanos
suelen hablar distinto, pero tienen los mismos ojos
las mismas orejas
hay blancos y negros, amarillos, mulatos…
vale decir el mismo vademécum
en diferentes encuadernaciones
los jóvenes emigran pero a veces
les vieneun dolor en el pecho que se llama nostalgia,
cuando reciben cartas de aquél barrio lejano,
tienen libre un secante para secar las lágrimas…
algunos resolvieron quedarse pese a todo…
otros dijeron basta para siempre
hay jóvenes que emigran /dicen adios…
los que se quedan tiemblan en silencio.