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jueves, 10 de marzo de 2016

OUAFE, MUJER.- Post urgente para buenas gentes


    
Foto: José Palazón
 En este mes de marzo-mujer, conocemos la dura realidad de  Ouafe y su pareja, Mohamed, atrapados en las afueras del CETI de Melilla, y a los que podemos ayudar al menos firmando para solicitar que sean autorizados a salir de allí.

          José Palazón les conoce y por eso, dejaré que sea él, con su texto y sus fotos, quien nos lo cuente:

  “Mohamed y Ouafe son una joven pareja que se ha instalado en una tienda de campaña en las afueras del CETI de Melilla. Pertenecen a ese colectivo cada vez más numeroso de personas, que por razones muy justificadas, han tenido que desplazarse de su país y desde entonces no han encontrado un lugar que les acoja, un lugar en el que asentarse.
Mohamed es de Tartús, es sirio y Ouafe es de Rabat, es marroquí.

Foto: José Palazón
Pasan el día dando paseos junto al CETI, cogidos de la mano casi siempre y haciéndose carantoñas el uno al otro, ajenos a que son ellos los que  tienen en jaque a las fronteras de Europa, la movilidad en el espacio Schengen, ellos son los que han provocado acuerdos anti natura entre las democracias del norte y las dictaduras del sur. Han cambiado políticas nacionales y políticas globales, están defenestrando a líderes políticos a los que ni la recesión económica hizo estornudar, han avergonzado a los hipócritas, han puesto en cuestión la aplicación de las normas internacionales de Asilo y DDHH en la zona paradigma de los mismos: La UE…  y hasta han conseguido que la OTAN desplace barcos en el Mediterráneo. 
        Y allí están los muy inconscientes…
     ¡Haciéndose carantoñas y viviendo en una tienda de campaña!... Haciendo apología de lo humano y mostrando su dignidad con una irreverencia absoluta  ¡Dinamitando el sistema!
       Mohamed tiene varias edades, como corresponde a ese colectivo de millones de personas que no tienen sitio en este mundo, en su pasaporte es menor de edad pero realmente tiene 19 años. Su familia decidió marcharse de Siria cuando los bombardeos destrozaron el pequeño restaurante que regentaban. En total eran 8 miembros que tuvieron que hacer un largo recorrido durante varios meses: Líbano, Argelia, Túnez, Argelia otra vez, Marruecos… Lograron entrar a Melilla el pasado mes de octubre.

 
       Mohamed fue el último de la familia en pasar la frontera de Beni Enzar. En Marruecos solo les quedaba dinero para pagar a las mafias parapoliciales marroquíes el paso de tres personas. Los demás tuvieron que pasar a las bravas pagando con: arrestos, detenciones y golpes. A Mohamed se le transforma la cara cuando cuenta que un día lo metieron en un calabozo junto a otros tres sirios y una mujer, con ellos entraron también cinco policías que no pararon de golpearles durante un buen rato. Todos intentaban proteger a la mujer pero… ¡Entonces les pegaban más!

          Sin cambiar la expresión seria de su cara sigue relatando que todos los problemas empezaron cuando se les acabó el dinero. Habla de mujeres y niños que estaban en la calle sin agua ni comida, esperando poder colarse algún día en Melilla, cierra los ojos y baja la cabeza haciendo gestos de reproche y rabia.
         A su lado Ouafe le coge la mano y nos dice que conoció a  Mohamed en Rabat.
        Ouafe estudiaba en la universidad para ser profesora de inglés pero su familia apañó su boda con un hombre mayor. Entonces se unió a Mohamed y su familia y se puso en camino con ellos hacia la frontera de Melilla.
        Ouafe fue la primera en pasar la frontera, lo consiguió en el segundo intento sin gran dificultad al ser marroquí y  al llegar al lado español pidió asilo.
        En Noviembre la familia de Mohamed fue autorizada a salir de Melilla ¡pero no Ouafe! Mohamed no quería irse, quería quedarse con ella pero le obligaron a irse porque según su pasaporte era menor de edad y debía marchar con la familia. Ouafe quedó entonces sola, interna en el CETI esperando la resolución de su solicitud de asilo hasta que a principios de febrero recibió la notificación negándoselo y fue expulsada del CETI, quedando en la calle.

          Mohamed cogió inmediatamente un autobús en Bruselas y recorriendo media Europa, volvió a Melilla para reunirse con ella… Y allí están los muy inconscientes ¡Haciéndose carantoñas y viviendo en una tienda de campaña!... Haciendo apología de lo humano y mostrando su dignidad con una irreverencia absoluta ¡Dinamitando el sistema! ¡Invencibles!”
  (José Palazón)
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 Quiero añadir algún dato para situarnos.
      En Marruecos,  la  situación jurídica de las mujeres  está reflejada en el Código de familia, la Mudawana, que se redactó entre 1957 y 1958, inspirándose en los valores del Islam  y de la tradición, 
y obligaba a ésta a obedecer siempre al marido, en prejuicio de sus derechos.
       En 1992, un grupo de mujeres lanzó  un manifiesto exigiendo la igualdad entre hombres y mujeres, con justicia en todas sus relaciones.  Fue cuando Hassan II  realizó alguna reforma que no fueron más allá de un simple maquillado de la situación. Después de años de reivindicaciones, manifestaciones y trabajo duro, en 2003, Mohamed VI anunció la modificación de la Mudawana. Y en 2004 entra en vigor un nuevo código de familia, donde se coloca la responsabilidad familiar conjunta, desaparece la noción de autoridad del marido y de la sumisión de la esposa, y se dice que las muchachas no pueden ser obligadas a contraer matrimonio  contra su voluntad.
       Pero las tradiciones son difíciles de cambiar. Para que esto tomara cuerpo, habría que potenciar las capacidades económicas y sociales de las mujeres, y reforzar la lucha contra la violencia machista que, como en todos los lugares, se sigue produciendo.  

               A pesar de que con la reforma se ha fijado la edad del matrimonio en los 17 años, la realidad es que perviven las bodas a partir de los 14, ya que la tradición se aúna con la falta de medios económicos. Los jueces contemplan las excepciones…. ¡Como no!

          Las mujeres que tanto tiempo han sido ninguneadas, sometidas,  son como sombras sin vida propia. Todos saben que hasta el hermano más pequeño, solo por el hecho de ser hombre, puede imponerse sobre la hermana, aunque ésta sea mayor.

   Ouafe es una de estas mujeres que lucha por su libertad para escoger con quien vivir, con quien casarse y qué hacer en la vida.

       
Vamos a ayudarla, empezando con una firma  en esta petición organizada para ello:
 
 

2 comentarios:

  1. Soy Carme Prado, la que inició en Change la recogida de firmas. Con tu permiso me gustaria añadir tu comentario a la recogida d firmas. Si lo hago así Change se encarga d enviar un correo a las personas q firmaron con esa actualización y a la vez la vuelve a poner en el circuito y asi se recogen muevas firmas.
    Gracias
    Carme Prado

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    1. Por supuesto, Carmen, úsalo como sea necesario, para eso es. Y gracias.

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