Vistas de página en total

martes, 19 de junio de 2018

LEY MORDAZA II. SILENCIO, CIUDADANOS DE ORDEN


"La ley mordaza cruza una línea roja  que no se puede dejar pasar".  (Javier Bauluz )                      
                                                               
                                                                  
     Los derechos fundamentales son derechos ligados a la dignidad de la persona dentro del Estado y de la sociedad.
     Cabe destacar que a los derechos fundamentales no los crea el poder político, sino que se impone al Estado la obligación de respetarlos.   

     En España, desde hace años, se están produciendo recortes en lo más fundamental de la condición de ciudadanía: la libertad.


     El derecho fundamental jurídicamente tiene la estructura normativa basada en la capacidad que le permite a la persona efectuar determinados actos, es decir, que los derechos fundamentales son instituciones jurídicas que tienen la forma del derecho subjetivo. Y la estructura del derecho subjetivo tiene tres elementos: titular del derecho subjetivo, el contenido del derecho subjetivo en el que vamos a distinguir las facultades, por otra parte el objeto del derecho, y un tercer elemento es el destinatario o sujeto pasivo, aquel que está obligado a hacer o no hacer.

    Los derechos fundamentales vienen regulados en nuestro país en los artículos 15 a 29 de la Constitución española.  Con la nueva ley de seguridad ciudadanas, las leyes  sancionan, prohíben y criminalizan prácticas tan normalizadas como parar un desahucio, asistir a una persona sin papeles e informar sobre ello.
La portavoz de la Asociación Profesional Independiente de Fiscales, Lucía Girón, dijo en su momento  que sin entrar a valorar específicamente las sanciones de esta ley,  "las medidas para garantizar la seguridad nunca pueden limitar el ejercicio de derechos fundamentales como la libertad de manifestación o la libertad de expresión".
El derecho a la libertad de expresión viene regulado en el artículo 20 de la Constitución española.  En dicho precepto se establece que se reconocen y protegen los derechos de:
·       -Expresar y difundir con libertad los pensamientos. 
    -Producción y creación literaria o artística.
    -Libertad de cátedra.
     -Derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión.


           Antes de esta actual ley, quedaba prohibida la censura previa. Ahora se ejerce a diario y vamos a mayores.

    Entre las cuestiones que muchos  consideramos inconstitucionales figura la disposición adicional que modificó la Ley de Extranjería para legalizar las denominadas "devoluciones en caliente" en las fronteras de Ceuta y Melilla, que  conculca los derechos de los inmigrantes.

Foto EFE
    Nos penalizan  más a nosotros por ser hospitalarios y solidarios que a quienes hieren, disparan y propician la muerte en las fronteras.
   

      El nuevo ministro de Interior acaba de decir que va a estudiar el tema de las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla. Pero esa canción ya nos suena. También los gobiernos populares dijeron que habían pedido informes y ahí siguen.

     ¿Harán un “lavado de cara” en nuestra parte territorial mientras siguen financiando las del lado marroquí? ¿Será capaz de instar al gobierno vecino, el de Marruecos,  a que también consideren que están vulnerando los derechos humanos una y otra vez?

      Me temo que no se avanzarán demasiado en  este tema. Existe, además, la presión de una Europa de mercaderes y de políticos fascistas, racistas, oportunistas e hipócritas.

     Joaquim Bosch, también considera que las multas que imponen ahora con esta reforma son "absolutamente desorbitadas" y que el objetivo del Gobierno parece ser "desalentar a la ciudadanía a ejercer derechos fundamentales". Asimismo, ha censurado que faltas contempladas en el Código Penal pasen a ser delitos o infracciones administrativas, de manera que la Administración se convierta en "juez y parte".



  Las tesis del beato Jorge  se cumplieron:  De un tiempo para acá, todos "vagos y maleantes", todos culpables sin presunción, todos terroristas...





     Han conseguido, incluso, hasta que nos autocensuremos.
Lo decía el escritor Juan José Millás el pasado marzo de 2018:

    “Desde la censura resulta muy fácil deslizarse hacia la autocensura, que puede a su vez ser de dos clases: consciente e inconsciente. En la primera, uno advierte que está escribiendo algo poco grato para el Gobierno, por ejemplo, y levanta con susto las manos del teclado. Dejemos esto, se dice, no vaya a ser que... En la segunda, en cambio, se reprime sin darse cuenta de que se reprime. Significa que ya no lleva el corsé por fuera, sino por dentro. La línea que separa la represión de la autorrepresión es muy delgada, tanto que nadie percibe el paso del uno al otro lado. Lo cierto es que un lunes se evita hablar de esto, un martes de aquello y un miércoles, de esto y de aquello de forma simultánea. Antes de terminar la semana ya nos hemos convertido en unos tipos dóciles, al servicio del BOE. La sumisión, a medio plazo, produce numerosos beneficios, y no solo de orden económico. Las medallas, los premios oficiales, y las condecoraciones se reparten por lo general entre personas instaladas en la autocensura inconsciente. De ahí que tampoco resulte muy difícil autoconvencerse de los beneficios de la ley mordaza o de los de la reforma laboral.  

     La reforma laboral y la ley mordaza salieron de la misma cabeza. Del mismo molde, cabría señalar. Digamos que desde idénticas concepciones de la realidad. Cada una complementa a la otra, de modo que si protestas por la primera te pueden llevar a la cárcel por la segunda. En realidad, ahora mismo te pueden llevar a la cárcel por un quítame allá esas pajas. Lo increíble es que esas dos leyes pudieran salir adelante en un país con sindicatos de clase y con oposición de izquierdas. Quizá con sindicatos de clase y con oposición de izquierdas en estado de autocensura inconsciente”. **


Foto AFP.


















**(Publicado en El País, el 2 de marzo de 2018)






No hay comentarios:

Publicar un comentario