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domingo, 25 de agosto de 2019

CONTRA-CUMBRE: EL G7 NO NOS REPRESENTA.

 
     El ministro Grande-Marlaska les  ha definido como "grupos de radicales e infiltrados", pero son más de cien las organizaciones que se han unido en la Contracumbre que se ha celebrado estos días en Irún para "deconstruir la arquitectura neoliberal y los múltiples sistemas de dominación que están destruyendo nuestro mundo".

     Quieren forjar una red internacional para construir alternativas reales a un sistema que no respeta la vida en ninguna de sus formas,  por lo que han centrado los talleres, las conferencias y los debates en torno a 7 temas en los que han puesto el foco:

-Por otro mundo, salgamos del capitalismo y de la dictadura de las multinacionales.

-Contra la destrucción de nuestro planeta, protejamos la tierra, defendamos los seres vivos.

-Por un mundo feminista, abajo el patriarcado.

-Respeto de la diversidad y la libertad de los pueblos, por un mundo descolonizado y sin discriminaciones,

-Por una democracia social y con los mismos derechos para todos y todas, abajo el autoritarismo.

Foto: José Palazón.
-Por un mundo justo basado en la solidaridad entre los pueblos, acabando con las guerras.

-Ninguna persona es ilegal en este planeta, por la abolición de las fronteras para los seres humanos.


    Nos dicen los diregentes, a través de los medios ,que el G7 se reune para tratar de mejorar el mundo... pero continúan su cruzada por el libre-comercio y en condiciones cada vez de más esclavitud y precariedad.

  ¿Todavía alguien cree en esta mascarada que cuesta tantos recursos y donde hay tanto derroche?

     Deberíamos fijarnos en que el mayor porcentaje de las multinacionales provienen de países del G7 y que ellas se han apoderado de la actividad económica, desde el coste de la mano de obra a las normas medioambientales. Y gozan de impunidad por las decisiones políticas en las que tanto influyen.

      Estas organizaciones nos dicen, en cambio, que los derechos humanos y la urgencia ecológica deben estar por encima del comercio.

      Que las deudas ilegítimas son instrumento de dominación y expolio que afectan a la vida cotidiana de los pueblos.


 Que la economía pública está sometida a los dictados de los acreedores que aprovechan para implantar aun más sus políticas neoliberales. Y esto afecta a todos, pero fundamentalmente a los países el sur. 

Estos países están atrapados permanentemente en una trampa de la deuda que solo se entiende en el pasado colonial y postcolonial con deudas ilegítimas al servicio de un sistema injusto.

  Que hay que conseguir una justicia fiscal y luchar verdaderamente contra la evasión fiscal.

    Así mismo, se reflexiona sobre los movimientos sociales, en profunda transformación, y la vinculación con las fuerzas políticas. ¿Cuáles son las perspectivas de estos movimientos sociales?

     Si somos más críticos de lo que los medios quieren, sirviendo al amo, es fácil deducir que en este mundo de la Europa nuestra donde cada día se refuerzan las desigualdades, esta Contra-cumbre no hace más que luchar por nuestra independencia, por encontrar alternativas que funcionen con otra lógica diferente a la del capitalismo y plantearnos que deberíamos repensar nuestros estilos de vida.

      Defienden aternativas globales a las emergencias sociales y climáticas que nos deberían preocupar a todas las personas.  También el empleo y la salud están en juego.
   
       Solo hay que ver cómo el poder intenta "criminalizar" todos estos encuentros y ahogar las voces más críticas.

       La inmensa cantidad de fuerzas de seguridad que se han desplegado en las localidades cercanas a Biarritz, el cierre de aeropuetos, los controles por carretera, transpore de camiones parado, la división en áreas de barrios y calles que dificultan la vida cotidiana, abscesos vetados, cierre de comercios y restaurantes en época alta de turismo...

       Se habla de pérdidas millonarias, pero nadie se atreve a avanzar cifras.

       Notad la diferencia, por favor, de cuando nos hablan de los manteros, de las pérdidas que se relacionan injustamente con esa actividad del top-manta, exagerada y sin análisis real de la ecomonia del comercio actual, de las molestias que produce en los paseos y en las calles y de la inseguridad.

       Sabemos que hay diferentes baras de medir, sobre todo cuando se trata casi todo desde puntos de vista racistas, patriarcales y dominadores.

       Pero procuremos contrastar las informaciones, pensar en lo que nos trasmiten y ser críticos  con la información.

Nos va mucho en ello.













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