El 11 de junio de 1963, el venerable Thich Quang Duc se prendió fuego a sí mismo en la intersección de dos concurridas calles de Saigón (hoy Ho Chi Min).
El periodista Malcolm Brwne pudo realizar fotografías históricas del monje envuelto en llamas, con las que ganó el premio Pulitzer en 1964.
Contexto histórico:
Los primeros años de la década de 1960 marcaron un periodo de intensa tensión religiosa y política en Vietnam del Sur.
Ngo Dinh Diem llegó al poder en octubre de 1955, siendo el primer presidente de la república de Vietnam tras la disolución del gobierno imperial, instaurando un régimen autocratico y nepotista sobre el país.
Se dió una Constitución que le concedía el poder de crear leyes por decreto y, arbitrariamente, poderes de emergencia.
Los disidentes comunistas y nacionalistas fueron encarcelados y ejecutados por millares y mantuvo el control de la nación en manos de sus hermanos y parientes políticos.
Ejerció una brutal represion contra ciudadanos que apoyasen a Vietnam del Norte.
Era un firme defensor de los intereses cristianos, educado en una familia católica y en escuelas de habla francesa, incluso consideró dedicarse al sacerdocio, aunque abandonó ese plan y se casó.
El 80% de la población era budista y se mostraba descontenta con el favoritismo que Diem otorgaba a los católicos.
La Iglesia católica era la mayor terrateniente en el país y sus propiedades estaban exentas de la reforma agraria. Algunos sacerdotes católicos dirigían ejércitos privados contra pueblos budistas.
El descontento estalló con protestas masivas cuando se prohibió alzar la bandera budista en el aniversario de Gautama Buddha. Poco antes, en cambio, el presidente había alentado a sacar las banderas del Vaticano para celebrar a un arzobispo católico.
Los budistas llenaron las calles para celebrar el Phat Dan, mientras Diem enviaba a las tropas policiales. Las fuerzas del gobierno dispararon contra los manifestantes y acabaron con la vida de 9 personas.
El presidente se eximió de responsabilidad ante los trágicos sucesos y las protestas fueron aumentando a lo largo del tiempo.
Thich Quang Duc, un monje budista respetado y afectado con su comunidad por las políticas del presidente Diem, quiso llamar la atención sobre la difícil situación de sus compañeros y abogar por la libertad religiosa y la igualdad.
Tenía 73 años.
Llegó en compañía de otros dos monjes en un auto Austin Westminster cerca del centro de la ciudad de Saigón.
Se bajó del coche, uno de los acompañantes llevaba un cojín y el otro un bidón de gasolina.
Se sentó sobre el cojín, con su túnica amarilla, con las piernas en la posición del loto y los ojos cerrados.
El otro acompañante le roció con la gasolina.
El propio Quang Duc encendió un fósforo y comenzó a arder ante cientos de personas.
Dicen que pronunció unas palabras: "En homenaje a Buda Amitabha"... y se prendió fuego en un acto de autosacrificio y protesta ante las políticas represivas del gobierno.
Y que no se movió ni se quejó mientras ardía.
El público permanecía atónito y el periodista Browne disparaba con su cámara, tembloroso ante lo que presenciaba.
El cuerpo sin vida del monje fue llevado a una pagoda y comprobaron que su corazón estaba intacto.
David Halberstam, otro periodista allí presente, relató así la situación en aquel momento:
"Las llamas venían de un ser humano; su cuerpo se marchitaba y secaba lentamente, su cabeza se ennegrecía. Detrás de mí pude escucharte los sollozos de los vietnamitas que se reunían a su alrededor. Mientras se quemaba nunca movió un músculo, nunca pronunció un sonido".
Las últimas palabras de Quang Duc quedaron en una carta escrita antes del suicidio:
"Antes
de cerrar los ojos y avanzar hacia la visión del Buda, le ruego
respetuosamente al presidente Ngo Dinh Diem que tenga una mente
compasiva hacia la gente de la nación y que implemente la igualdad
religiosa para mantener la fortaleza de la patria eternamente. Les pido a
los venerables, a los reverendos, a los miembros de la sangha y a los
budistas laicos que se organicen en solidaridad para hacer sacrificios
para proteger el budismo".
Como decíamos, el cuerpo del monje fue cremado conforme al ritual budista y supuestamente, su corazón se mantuvo intacto. Por ello se consideró este órgano sagrado y fue reverenciado por los budistas vietnamitas.
A partir de ese momento el gobierno de EE.UU. varió su política hacia este país y presionó al presidente vietnamita, a pesar de haberle apoyado hasta entonces.
El Secretario de Estado americano advirtió a la embajada de Saigón de que la Casa Blanca rompería públicamente las relaciones si no llegaban a un acuerdo con los budistas.
Las horas del gobierno de Diem estaban contadas.
Una de las primeras damas de la república había comentado que "aplaudiría si veía el espectáculo de otro monje a la barbacoa", lo que aumentó el descontento de la población.
Durante la segunda mitad del año, otros cinco monjes budistas ofrecieron su vida por la misma causa.
En Diciembre, Diem habia sido depuesto, Kennedy habia sido asesinado y en EE.UU la opinión pública comenzaba a mostrarse constraria a la guerra de Vietnam.
El 1 de noviembre, las fuerzas armadas del país dieron un golpe de estado contra Diem y su gobierno y al dia siguiente fue ejecutado.
Hoy contemplo el coche Austin Westminster en el que llegó Thich Quáng Dúc y sus acompañantes al lugar del histórico momento y que está expuesto en la Pagoda Thien Mu (Pagoda de la Dama Celestial), en la ciudad de Hue.
Estamos ante la que se considera la pagoda más bonita de todo Vietnam.
Situada a orillas del río Perfume, tiene 21 metros de altura y 7 plantas en su torre principal. En cada una de ellas se venera a un Buda diferente.
Aquí se conserva un trozo de la historia contemporánea, este automóvil que condujo al sacrificio a aquel monje cuya iconica fotografía es recordada como un símbolo de rebelión y resistencia.
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Bonzo es un término que se utiliza para referirse a un monje budista. Proviene del japonés "bonsa", de igual significado, que tiene su origen en el sánscrito "budba" que significa sabio Iluminado.
Luego del suicidio del monje Quang Duc surgió la expresión “quemarse a lo bonzo” para calificar la autoinmolación.
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