Existen hombres que nos acompañan a las mujeres en la lucha por la igualdad y la consecución de los derechos que se nos niegan. Tengo la suerte de conocer a muchos, y a otros, les acabo de descubrir y me han sorprendido muy gratamente. Por eso quiero compartirlo esta noche.
De Lotfi Akalay
Carta abierta a Najat
Belkacem
Ministra de los
Derechos de las Mujeres:
Señora Ministra:
Le
dejo imaginar mi alegría al saber que es usted quien va a defender el derecho
de las mujeres en Francia, y aprovecho esta gran ocasión para pedirle preste a las marroquíes un pequeño servicio
que le expongo: Concédale un poco de su tiempo a la señora Bassima Hakaoui, que
es su homóloga, (como titular solamente) en este lado del Mediterráneo.
Podría
usted, por ejemplo, impartirle una vez a la semana clases particulares para
enseñarle que una mujer debe ser respetada, aunque solo sea una marroquí.
Hágale escribir cien veces :“No acepto que las niñas de mi país sean
violadas.” Si usted percibe que es pedirle demasiado, ordénele escribir por lo
menos cincuenta veces: “Cuando una niña es violada, me abstengo de aprobar a su violador.” Posiblemente
todavía sería imponerle un esfuerzo desmesurado. En ese caso, que se contente
con escribir veinticinco veces: “No aplaudiré a su violador más que con una sola
mano.” En el caso de que se resista, doce líneas bastarían para rellenar doce
veces: “No duplicaremos la pena infringida a la jóvenes violadas.”
Usted
le explicará esto: la violación está mal, pero recompensar por añadidura al
violador, ofreciéndole a su violada en
bandeja, es peor que una villanía: es una ignominia pura y simple. Para no
engañarle, le diré que dudo de que usted consiguiera a la primera convencerla,
porque la violación no es tan mala para Bassima, pero tengo la esperanza de que
con el tiempo y la multiplicación de clases particulares, usted acabaría por
hacerle entrar en su cabeza entoldada
que no está permitido casarse con la mujer a la que se acaba de violar.
En
un próximo quinquenio, usted deberá también inculcar a quien ocupe su sillón en
2017 que tampoco está permitido violar a aquella con la que uno se acaba de
casar. Pero esto, es otro desafío.
Akalay estudió economía y ciencias políticas en París, trabajó con la Royal Air Maroc y dirigió una agencia de viajes en Tánger . En 1990 empezó a escribir para los diarios y revistas. En 2006 publicó una colección de sus crónicas en un libro Les Nouvelles de Tánger.
Safae, la niña marroquí de 14 años forzada
por la justicia a casarse con el hombre que la violó y la dejó
embarazada. En la imagen, convalece en el hospital tras un intento de
suicidio.
(Foto: EFE )
Toñi Estupendo el post que nos has dejado feliz semana
ResponderEliminarSaludos desde…
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