Nuestro encuentro dominical se realiza en el parquecito de delante, bajo un cielo plomizo de este otoño madrileño, los colores de los árboles lo atestiguan, pero que va a permitir que no llueva hasta que terminemos.
Lo hacemos aquí para respetar la intimidad de las familias acogidas dentro de nuestro espacio liberado, que, como dice Javi Baeza, dentro de lo poco que podemos ofrecer, al menos que no se sientan demasiado invadidos.
Nos visita Jorge y algunos amigos y familiares le acompañan.
JORGE es uno de esos maravillosos jóvenes solidarios y luchadores que, como viene ocurriendo en estos tiempos inciertos, se encuentra con las consecuencias de ponerse del lado del más débil, del más necesitado. En Distrito 14, asociación de Moratalaz, nos lo contaban así:
"En enero del año 2016, acompañado de diversos miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Jorge acudió de madrugada al barrio madrileño de Vallecas con la intención de parar un desahucio que Bankia tenía proyectado para ese día. Durante la ejecución del desahucio, la misma Policía que posteriormente acusó a Jorge de haber pisado la mano de un agente no dudó en agredir a algunos de los presentes, entre ellos, a una mujer embarazada. Asimismo, cabe destacar que la perito forense encargada del caso no supo dictaminar con certeza si la supuesta lesión del agente se produjo por un pisotón o como resultado de un uso excesivo de la fuerza a la hora de expulsar a los presentes del portal en el que se encontraban".
A este activista como a otros jóvenes que conocemos, no le es ajeno el sobrecogedor dolor de los que son arrojados a la calle desde sus casas cuando el derecho básico y constitucional a techo se ha convertido en el beneficioso negocio de los prestamistas.
Y ante esto, la policia toma partido por el usurero, protegido por todo el sistema que nos hemos dado. Ante las puertas de los desahuciados, todo el aparato policial, incluso los antidisturbios que, en lugar de "servir y proteger" al ciudadano, incluso cuando hay niños, suelen emplear la fueza bruta, brutal a veces, y, además, ocasionar tensos enfrentamientos entre esas fuerzas de "inseguridad" y los activistas.
JORGE ha sido condenado a 7 meses de prisión y a una indemnización al policia que le denunció de 1.200 euros.
Por no tener antecedentes, este joven no tendría que ingresar, pero se ha negado a pagar el importe de esa indemnización al policía al considerar que no es verdad lo que demanda, por lo que le van a obligar a cumplir la condena.
Otro encuentro maravilloso que se ha producido hoy, ha sido con uno de nuestros hijos queridos que ahora trabaja en Barcelona. Yoro no quería volverse esta noche sin vernos a todos y hemos podido compartir la comida y los abrazos.
Y uno de nuestros amigos de Camerún nos ha podido presentar por fin a su hija, una preciosidad de 8 años, que atualmente reside en un centro de acogimiento infantil, en la "resi", como dice la peque.
Los componentes del grupo de teatro acaban su actividad para añadirse a la celebración. ¡Grandes personas aportando calor y cariño a través del arte escénico!
Fabiola Barranco y Olmo Calvo también comparten este día para dejar constancia de lo que está pasando y para, con sus crónicas y sus fotografías, hacernos refexionar sobre los hechos de nuestro tempo.
Esta vez, como casi todos los acogidos en San Carlos hablan español, la comunicación es fluida y fácil.
Patuca recoge datos de todos ellos para las diversas gestiones que hay que hacer: denuncias ante el Defensor del Pueblo, reclamaciones a los organismos pertinentes, etc...etc...
"Sin la amistad el mundo es un desierto", decía Bacon.
Tengo mucha suerte de llenar el desierto de rostros, de miradas, de manos que toman la mia y que hacen más fértil la vida.
Como os contaba al principio, día intenso, agridulce, pero como tantos, como casi cada día entre estos amigos míos, los que sufren el bucle continúo de unas estructuras inhumanas que hay que recomponer sin alejarnos del dolor que sienten los que nos rodean.
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